El éxito en la formación de un buen líder se basa en el desarrollo de competencias del “SER” y el “HACER”
De acuerdo con la segunda edición del estudio Resetting Normal: redefiniendo la nueva era del trabajo, realizado por el Grupo Adecco, el 76% de los empleados quiere que sus jefes demuestren un estilo de liderazgo centrado en la empatía y en una actitud de apoyo.
El concepto de liderazgo y su enfoque ha cambiado sustancialmente. En la actualidad un buen líder dentro de una organización, tiene como pilar fundamental su crecimiento y desarrollo hacia su mejor versión para que su trabajo y vida se vean desde una perspectiva más positiva, y de esta manera, impacte de forma provechosa sobre su equipo de trabajo.
Para construir a un buen líder, se debe focalizar su formación en el desarrollo de competencias del “SER” y el “HACER”, en donde el trabajador pueda encontrar un equilibrio entre su vida personal, emocional y profesional. Carolina Saggiomo, Gerente de Formación de Adecco Colombia afirma que “es importante tener presente que las nuevas formas de aprendizaje comprendan estructuras construccionistas y metafóricas para que los colaboradores puedan desarrollar sus conocimientos a partir de experiencias que faciliten el desarrollo de las habilidades de liderazgo”.
Saggiomo enfatiza que desde Adecco se aplican estrategias enfocadas al desarrollo de líderes de alta gerencia, mandos medios y tácticos, basándose en un modelo que apalanca procesos que acompañan al colaborador desde el “Ser para el Hacer”, a través de herramientas de fácil aplicabilidad a su rol. Lo último, entendiendo que el empleado desde su desarrollo, impacta la cultura organizacional, las estrategias del negocio y la productividad de los equipos, ya que mediante esto, se mejora el ambiente laboral interno y el compromiso de todos los colaboradores.
Complementando lo anterior, Saggiomo resalta 8 actitudes y aptitudes que todo líder debe tener:
1. Capacidad de ser empático: pensar en la tranquilidad colectiva, teniendo presente la situación en la que se encuentra cada una de las personas que conforman el equipo.
2. Talento de negociación: saber negociar, dialogar y tener claro que siempre debe primar el bienestar común.
3. Compromiso y responsabilidad: nunca busca evadir su responsabilidad, ya que su compromiso y ejemplo serán lo que determine el camino y los objetivos del equipo.
4. Inteligencia emocional: saber reconocer sentimientos propios y ajenos para manejar cualquier tipo de situación de la mejor manera, sin perder el foco.
5. Adaptación al cambio: ver en el cambio, las oportunidades que abren otras experiencias y expectativas, en pro y beneficio de su equipo y de él.
6. Ver más allá de su puesto de trabajo: sus actividades no tienen un límite descrito, y siempre dan mucho más de lo que se les solicita en la descripción de su cargo, realizando actividades nuevas de manera voluntaria para beneficiar a la organización.
7. Comunicar soluciones: ante un problema siempre buscará llegar con respuestas eficaces que ayuden a resolver o agilizar los procesos.
8. Enseñanza: transmite habilidades y conocimientos a partir de la construcción continua con sus pares o compañeros de trabajo.
En conclusión, todos pueden llegar a ser líderes, inclusive si no se cuenta con personal a cargo, ya que todo este camino comienza mediante una construcción individual que llevará a la transformación personal, empezando por la búsqueda del crecimiento y desarrollo en todas las áreas de su vida.
Por tal motivo todos están dispuestos a desarrollar el liderazgo y potenciarlo, con la capacitación adecuada, estimulando y promoviendo las capacidades del personal para lograrlo.