En los últimos años, con la creciente creación de opciones y oportunidades que el mercado financiero empezó a ofrecer a las personas y su no basta recepción, se empezó a hablar de la inclusión financiera y qué tanto se estaba haciendo sobre el tema. Pero la verdadera interrogante va al porqué, si se llevan a cabo planes para el desarrollo de dicha inclusión, la gente no está llevándolos a cabo.
Lo primero que hay que saber es que el término inclusión financiera se refiere a si una persona o un grupo tiene acceso a productos financieros formales (tarjetas de crédito, débito, etcétera) y si hace uso de ellas. Promover esta inclusión trae efectos positivos tales como el crecimiento económico, reducción de la pobreza y desigualdad, suavización del ingreso y el consumo, entre otras más. Sin embargo, a pesar de ello, hay una nula recepción de una buena parte de la población hacia dicho servicio. En Colombia, por ejemplo, con datos de Grupo Credicorp, “el 72% de las personas en el país no usa ningún producto financiero al mes, el uso de productos se ve limitado a cuentas de ahorro y tarjetas débito o crédito y el ahorro por vías formales no es una práctica común.” (Galán 2022). Lo interesante es, entonces, descubrir las razones por las cuales las empresas no están luchando por una verdadera inclusión.
Una investigación realizada por el Banco de la República destacó tres diversas causas de la inclusión financiera fallida: primero, que las instituciones financieras no saben cuáles son las necesidades de los excluidos; segunda, que, si en todo caso las conocen, no tienen los recursos necesarios para su inclusión; o, tercera, simplemente no les interesa o no quieren correr riesgos. Si consideramos que la exclusión financiera empezó, hace poco, a ser considerada como una forma de exclusión social, es importante que las instituciones financieras creen mecanismos para acercar dicha área a la población.
Un tipo de mecanismo es la obtención y administración de tarjetas de crédito en línea. Esta idea fue elaborada por NanoPay y la está realizando a través de la creación de una aplicación que estará disponible a partir de la segunda semana de agosto de 2022, en la cual cualquier persona podrá solicitar dicha tarjeta de crédito y administrarla desde su celular. Si lo requiere, podrá solicitar la versión física. La clave de la inclusión financiera que está utilizando NanoPay es la digitalización: buscar ahorrar, con la aplicación, la parte tediosa de la burocratización de los bancos.
Al respecto, Jorge Neira, vicepresidente de negocios en NanoPay, dice que «la llegada de NanoPay permite una mayor visibilidad a grupos poblacionales desatendidos, haciéndolos partícipes del mercado financiero formal, lo que genera un impacto directo en los indicadores de bancarización del país y todas las consecuencias positivas que esto trae consigo, además de dinamizar los comercios y la economía en general gracias a la dinámica financiera que genera la activación masiva de nuevas tarjetas de crédito, también permitirá que ciudadanos de zonas apartadas puedan acceder a servicios financieros que sin la presencia de NanoPay sería muy difícil de hacerlo». Con dicha tarjeta, las personas podrán crear su historial crediticio, expandir su monto según el comportamiento de sus pagos y recibir información sobre educación financiera en la aplicación.
La exclusión financiera existe por una mala campaña de información hacia la población y un desinterés hacia su erradicación- Hacer de la educación e inclusión financiera un tema primordial en la vida de las personas debe ser el objetivo principal de las instituciones financieras. Sólo haciéndolo de dicha manera es como se logrará aperturar el camino hacia el desarrollo y progreso de la población.