A pesar de los avances que se han dado en educación superior, continúan los retos para que se establezcan marcos normativos que faciliten la internacionalización y la movilidad. Datos de la UNESCO reflejan que solo el 1,2 % de los estudiantes participan de algún tipo de movilidad dentro o fuera de la región; mientras que, la Asociación Colombiana de Universidades revela que en el Programa PILA (que moviliza estudiantes hacia México y Argentina), entre el 2018 y el 2022, 457 estudiantes colombianos salieron del país y 442 estudiantes mexicanos y argentinos llegaron a Colombia.
Con este panorama, en las sesiones extraordinarias del Congreso de la República se debatirá la aprobación del ‘Convenio Regional de Convalidación de Estudios, Diplomas y Títulos de Educación Superior en América Latina y el Caribe’, con el que los Estados que se unan al convenio se comprometen a adoptar las medidas necesarias para fortalecer la internacionalización y facilitar la movilidad en la región.
La firma del convenio implica el compromiso por facilitar procesos que permitan reconocer estudios, diplomas y títulos en los países de América Latina y el Caribe, armonizar las condiciones de admisión a las instituciones de educación superior, alentar el acceso inclusivo y equitativo de los estudiantes, posibilitar el intercambio fluido de conocimientos y habilidades, crear o fortalecer los órganos nacionales encargados de la implementación efectiva del convenio, entre otros.
Raquel Breton, directora de la oficina de Relaciones Nacionales e Internacionales (ORNI) del Politécnico Grancolombiano, analiza los beneficios y desafíos que traería la aprobación del convenio para la internacionalización de la educación superior y la movilidad estudiantil en Colombia.
Algunos beneficios son:
- Se acabaría con los procesos de reconocimiento lentos y engorrosos, ya que el proceso de reconocimiento de títulos y diplomas en algunos casos es lento y requiere documentación adicional, lo que puede ser un obstáculo para los titulados que buscan estudiar o trabajar en otros países.
- Mejoraría la calidad de la educación superior, al establecer estándares de reconocimiento mutuo. Se espera que haya una mayor comparabilidad y armonización de los sistemas de educación superior en los países participantes.
- Fomentaría la cooperación académica y científica, ya que el reconocimiento de títulos y diplomas permitirá una mayor colaboración en actividades académicas y de investigación entre instituciones, profesores y estudiantes de educación superior en la región.
- Aumentaría la movilidad académica, porque los titulados de Colombia podrán tener un reconocimiento más fácil de sus títulos en otros países de América Latina y el Caribe, lo que les permitiría trabajar, continuar estudiando o realizar investigación en otros países con mayor facilidad.
Sobre los desafíos:
- Existen diferencias en la calidad y en los estándares de educación superior, por eso puede ser difícil armonizar y comparar los estándares de educación superior en diferentes países, lo que puede generar incertidumbre en cuanto al reconocimiento de los títulos y diplomas.
- Se presentan incompatibilidades entre sistemas de educación superior en diferentes países, lo que puede dificultar el reconocimiento mutuo de títulos y diplomas.
- Los países de América Latina y el Caribe tienen diferencias significativas en cuanto a la accesibilidad y la calidad de la educación superior, lo que puede generar desigualdades en el reconocimiento de títulos y diplomas.
“En general, la implementación del convenio tiene el potencial de mejorar la movilidad académica, la cooperación y la armonización de los sistemas de educación superior en la región, pero también presenta desafíos y obstáculos que requerirán de una revisión cuidadosa para subsanar los inconvenientes y así beneficiar la educación de la región, dándole mejores oportunidades a las instituciones académicas y a sus graduados”, concluyó la experta del Politécnico Grancolombiano