Más de 18.000 personas ubicadas en zonas rurales de La Guajira cuentan con soluciones de agua, saneamiento e higiene gracias a la alianza entre UNICEF, la Fundación Baxter Internacional y la Fundación Halü.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Fundación Baxter Internacional y la Fundación Halü presentaron ante las comunidades locales y representantes del Gobierno, el balance de resultados del proyecto Ayana’ajirawa, que desde hace 3 años trabaja por mejorar el acceso de agua, saneamiento e higiene para los niños, niñas y adolescentes y sus familias en zonas rurales y periurbanas de La Guajira.
El proyecto Ayana’ajirawa, que significa “trabajo en equipo” en lengua Wayuunaiki, ha contado con una inversión de $1.5 millones de dólares por parte de la Fundación Baxter Internacional, impactando a 18.018 personas, de los cuales 6.810 son niños, niñas y adolescentes, incluyendo comunidades indígenas Wayúu, migrantes venezolanos y población de acogida de los municipios de Manaure, Uribia y Maicao.
“Las necesidades sociales y ambientales de La Guajira son algo que no podemos ignorar. Es por esto que, contribuir a la mejora de las condiciones de vida en el territorio de manera sostenible, nos motiva para trabajar por el acceso a fuentes de agua tratada en el país. Ayana’ajirawa es una iniciativa muy importante para nosotros; es la segunda mayor inversión de la Fundación Baxter a nivel mundial que muestra nuestro firme compromiso con la sostenibilidad y el impacto social en Colombia”, explica Verónica Arroyave, directora ejecutiva de la Fundación Baxter Internacional.
De acuerdo con el DANE, La Guajira cuenta con una población de 1.038.397 habitantes, de los cuales cerca de la mitad viven en contextos rurales. Un 43% de esta población, es decir 448 mil guajiros, son considerados como personas en necesidad porque tienen limitaciones para acceder a servicios de agua, saneamiento e higiene de buena calidad y de manera continua.
En la zona de la Alta y Media Guajira, acceder al agua potable implica grandes desafíos por la escasez de lluvias, la erosión del suelo y la calidad deficiente de las aguas subterráneas. Esta situación se ve agravada por la falta de infraestructura adecuada para garantizar un suministro seguro y continuo de agua apta para el consumo humano y la falta de modelos de gestión robustos que garanticen la sostenibilidad de las inversiones.
Los resultados de la alianza
A lo largo de estos últimos 3 años, la alianza ha logrado acompañar el proceso de certificación de 34 comunidades que han implementado la construcción sostenible de letrinas autoconstruidas. Dicha certificación se alcanza cuando todas las familias de una comunidad han construido y utilizado sus propios baños, así como los puntos de lavado de manos con agua y jabón. Esto se ha logrado gracias a un proceso de empoderamiento y cambio de comportamiento a nivel comunitario. De esta manera, se está avanzando en la erradicación de la defecación al aire libre, lo que reduce la contaminación del agua y, por lo tanto, la incidencia de enfermedades prevenibles como la diarrea aguda y las infecciones respiratorias, que pueden ser mortales para niños y niñas menores de cinco años.
32 de las comunidades certificadas están ubicadas en el municipio de Manaure y cuentan con 2.079 personas, incluyendo 431 niños y 418 niñas. Las otras dos comunidades se encuentran en el municipio de Maicao con 114 beneficiarios, entre los cuales hay 23 niños y 25 niñas.
También se ha gestionado la construcción y rehabilitación de 15 sistemas de agua, cinco de ellos en entornos escolares, y se ha hecho entrega de 1.453 filtros de agua y 360 bidones en seis asentamientos. Gracias a ello, 2.832 familias, aproximadamente, cuentan con acceso a agua limpia.
“Esta alianza es muy importante porque nos ha permitido desarrollar un programa integral que tiene en cuenta una visión holística de los derechos de la niñez a ambientes seguros y sanos. Además de proveer acceso a agua de calidad, el programa incorpora mejoras en las condiciones de saneamiento básico y la adopción de buenas prácticas de higiene gracias a un trabajo de empoderamiento comunitario en el que se facilitan los medios y recursos necesarios”, afirma Valentín Estrada, oficial de Agua, Saneamiento e Higiene de UNICEF Colombia.
Como parte del programa, UNICEF, la Fundación Baxter y la Fundación Halü apoyan a las autoridades departamentales para fortalecer las capacidades de los equipos técnicos en el diseño de iniciativas de agua, saneamiento e higiene, estructurando 14 proyectos que llegarán a más de 100.000 personas a través de financiamiento público.
“Los resultados del proyecto Ayana’ajirawa sobrepasaron las expectativas iniciales y esto es posible gracias a la suma de otros aliados y la catalización de recursos que amplían el alcance de la intervención, desde la calidad y la sostenibilidad”, añade Estrada.