Los indicadores económicos que reveló hoy el Dane, del índice de producción industrial que en marzo del 2024 cayó a -6,7% frente al año anterior y de la industria manufacturera, cuya producción cayó en -11,1%, también comparada con el resultado del 2023; son una señal clara de alerta sobre el deterioro que está experimentando nuestro aparato productivo y que acentúa la preocupación que hemos manifestado desde hace meses.
De hecho, en el último reporte se registran 13 meses consecutivos en los que tanto la producción real, como las ventas reales de la industria manufacturera, tienen resultados negativos, lo cual debe llamar la atención de todos, teniendo en cuenta que este sector en particular históricamente ha sido un agente fundamental en la generación de empleo formal en Colombia.
Adicionalmente, cabe mencionar que en el primer trimestre del año (enero-marzo) comparado con el mismo periodo del 2023, la producción industrial cayó -6% y estas cifras negativas no se observaban desde diciembre del 2020, durante el periodo de pandemia, cuando se registró una disminución de -8,1% en la producción.
En este contexto, nuevamente insistimos en la necesidad apremiante de que se emitan señales claras que permitan generar confianza para que las empresas inviertan en el país, pero, además, se debe crear e implementar con urgencia una política de reactivación económica que envíe un mensaje de optimismo y nos permita pensar que el país se dirige hacia una senda de crecimiento sostenible, distinta a la perspectiva actual en la que se proyecta que el PIB nacional crecería solo entre el 0,5% y el 1% en todo el 2024, una cifra que no es suficiente para que el país avance hacia la dirección que todos queremos.