La llegada del mes de junio trae consigo una oportunidad única para las nuevas generaciones colombianas, especialmente para los zoomers, quienes están recibiendo sus primas por primera vez y estarán pensando en un pequeño gusto que darse o en un viaje con amigos, que si bien, estos placeres son para mucho algo invaluable, es un capital que se podría aprovechar mejor, ya que es la oportunidad para comenzar a construir un futuro financiero sólido.
Para enero de este año, el ex-director del Dane, Juan Daniel Oviedo, estimaba que en el trimestre de septiembre a noviembre de 2022 había cerca de 11.4 millones de jóvenes entre 15 y 28 años, de los cuales, 5.2 millones, se encontraban ocupados, una cifra muy relevante y que demuestra una oportunidad en el mercado que tienen muchos de hacer sus primeras inversiones.
Y dentro del gran abanico de inversiones, los zoomers; es decir, las personas que nacieron entre mediados de los años 90 y principios de los 2010 y que conforman la ‘generación Z o Zoom’, caracterizada por el uso constante de plataformas tecnológicas para diferentes cosas y el uso intensivo de las redes sociales, han puesto sus ojos en aquellas que pertenecen al mundo inmobiliario.
Uno de los aspectos de la inversión en inmuebles que más llena de confianza a esta generación es su crecimiento permanente. Según cifras de la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, en el primer semestre de 2022 se vendieron en Colombia 127.218 viviendas nuevas; lo que representó un crecimiento de 2,5% frente al mismo periodo del año anterior, movilizando $27,1 billones en negociaciones.
Aun así, en este grupo demográfico (que conforma cerca del 32 % de la población global y que, según el Banco Mundial, a mediados de 2020 representaba el 41% de la fuerza laboral), algunos no tienen claro cómo destinar sus ahorros de la mejor manera y otros todavía creen que para ser parte de este nicho hay que contar con mucho dinero, lo que no les permite lanzarse a propósitos seguros y rentables.
Es así como surgen alternativas tecnológicas que facilitan el cumplimiento de este sueño. Una de ellas es la plataforma digital Lokl, que con un concepto denominado ‘propiedad colaborativa’ le apunta a una idea propia de inversión en proyectos de coliving, coworking o comerciales de altos retornos. Las personas se vinculan desde $4 millones y adquieren unos derechos de propiedad que las titulan como socias. Con estos, reciben un retorno de la inversión, tanto por la operación del proyecto, como por su valorización.
“La realidad y las aspiraciones de los zoomers son otras con respecto a las generaciones anteriores. Quieren llevar una vida flexible y enfocada en construir un futuro sostenible, pero de alguna manera el mercado inmobiliario les sigue ofreciendo el mismo producto que a nuestros abuelos: un apartamento o una casa hipotecada. La verdad es que el mercado de bienes raíces tiene un universo de posibilidades a las cuales pocas personas tienen acceso, y esto es lo que hay que cambiar”, afirma Camilo Olarte, CEO y fundador de Lokl.
Según el experto, las siguientes son las cinco claves que debe tener en cuenta la ‘generación Zoom’ al momento de tomar la decisión de ser parte del ecosistema inmobiliario.
- Análisis de la rentabilidad. Antes de invertir en una propiedad es importante analizar su rentabilidad potencial; esta incluye un análisis del flujo de caja, el retorno sobre la inversión y una apreciación del valor del proyecto. También hay que considerar los costos de mantenimiento y reparaciones, entre otros gastos, para determinar si el inmueble es una inversión rentable a largo plazo.
- Creación de hábitos de ahorro e inversión. Para tener éxito en este propósito, es ideal tener hábitos como la creación de un presupuesto de ahorro, establecer metas claras y consistentes de inversión y desarrollar un plan de manejo de los gastos inesperados.
- Proyectos con valor diferencial. Al buscar oportunidades en este mercado se deben considerar los productos diferenciales que, además de satisfacer necesidades, agreguen valor a un inmueble (por ejemplo, ubicación y opciones de entretenimiento). A futuro, esto ayuda a maximizar el retorno de la inversión y a identificar oportunidades de crecimiento.
- Deuda Vs. utilidad proyectada. Hay que entender que la deuda es una herramienta útil para financiar una propiedad y hay que saberla manejar con el fin de evitar riesgos. Asimismo, es importante asegurarse de que la utilidad proyectada sea suficiente para cubrir los pagos de la deuda, según sea el caso.
- Diversificación de riesgos. Es relevante no centrarse exclusivamente en bienes raíces. Diversificar la cartera de inversión ayuda a minimizar el riesgo y proteger las negociaciones en el caso de una caída del mercado inmobiliario. Lo anterior incluye inversiones en acciones, bonos o fondos mutuos.
Igualmente, al considerar este nicho es esencial comprender aspectos como los legales y fiscales, y contar con la asesoría de profesionales expertos en el tema. También, evaluar constantemente las tendencias del mercado para determinar si la inversión es viable y rentable, con acciones que incluyan desde la investigación de las condiciones económicas y políticas que afectan al sector inmobiliario, pasando por la competencia hasta la oferta y demanda en la ubicación específica del proyecto.
Por último, para los zoomers resulta clave considerar este tipo de metas más que una inversión, como la posibilidad de ser jalonadores de la economía del país, a la vez que cumplen sus sueños financieros y hacen comunidad con personas que marchan en un mismo propósito sólido y sostenible.