Desde una mayor adopción en el comercio exterior, hasta un cambio en la percepción de las criptomonedas, los efectos del bitcoin en la esfera económica mundial son inminentes.
El mundo financiero está siendo testigo del vertiginoso ascenso en el precio del bitcoin por encima de los USD$72.000. Esta criptomoneda está experimentado un alza importante, superando máximos históricos y capturando la atención de inversionistas y entusiastas. Por su parte, líderes y expertos han comenzado a analizar con mayor interés qué significa este auge para la economía global y por qué podríamos estar ante una inminente revolución financiera, capaz de generar cambios permanentes en los sistemas económicos y modelos de inversión de todo el mundo.
Para Julián Colombo, Director de Public Policy en Sudamérica de Bitso, esta ‘fiebre del bitcoin’ ya está provocando reacciones en la economía mundial. “Por un lado, la tradicional ola especulativa que llega con el mercado alcista, le ha valido a la criptomoneda un espacio en los portafolios de inversión. A nivel macroeconómico, la revaluación del bitcoin por arriba de los USD$72.000 dólares ha avivado el debate sobre el efecto que tendrá el bitcoin en la industria financiera, para lo cual la regulación es un asunto cada vez más ineludible”. Colombo proyecta una serie de cambios en los paradigmas económicos que ya están surtiendo efecto y ganarán fuerza a medida del precio de este activo:
- El impacto en el comercio exterior: una adopción cada vez más amplia del bitcoin y otras criptomonedas en las transacciones internacionales facilitará el comercio entre países gracias a su capacidad para agilizar pagos transfronterizos sin complicaciones, de forma inmediata y segura. En este contexto, el mundo cripto está promoviendo la inclusión financiera, democratizando el acceso a los mercados globales y empoderando a individuos y empresas para que participen en el comercio internacional sin depender de intermediarios financieros tradicionales.
- Mayor interés regulatorio: a medida que el valor del bitcoin se dispara, aumenta la atención de los reguladores y las autoridades financieras sobre esta criptomoneda y su impacto en la economía global. Este punto clave en la agenda regulatoria podría desencadenar un debate más amplio y definitivo sobre el papel de las criptomonedas en el sistema financiero global y la necesidad de encontrar un equilibrio entre la innovación y la seguridad financiera. En este sentido, es probable que los contextos normativos se adapten a la evolución e innovación de los mercados para proteger los intereses de los usuarios e inversionistas así como brindar mayor respaldo a las plataformas del ecosistema comprometidas con la transparencia y la seguridad de sus transacciones.
- Resguardo de valor y portal de inversión: en entornos económicos de variable devaluación de la moneda fiduciaria, el bitcoin está emergiendo como una alternativa robusta para proteger la riqueza de las personas en situaciones de alta incertidumbre. Su oferta limitada en un sistema descentralizado garantiza una distancia de las dinámicas geopolíticas que inciden en la devaluación del dinero fiat. Esto proporciona una protección contra la pérdida de poder adquisitivo y permite mantener o incluso aumentar la riqueza a largo plazo. De hecho, el alza en el precio del bitcoin proporciona a los inversionistas y usuarios cripto la oportunidad de obtener ganancias significativas toda vez que aumenta la demanda.
- Una mejor percepción sobre las criptomonedas: El bitcoin también está ejerciendo un impacto psicológico más allá de sus implicaciones puramente económicas. El criptoactivo seguirá disipando los temores que han rodeado a este mercado, demostrando que la industria tiene la capacidad de adaptarse y evolucionar hacia estándares más altos de seguridad, confiabilidad y transparencia. A medida que más personas y empresas adoptan el bitcoin como una forma legítima de inversión y medio de intercambio, se está reduciendo gradualmente el estigma que rodea a esta tecnología disruptiva.
¿Qué esperar para el Bitcoin en 2024?
Para entender qué factores han catalizado esta tendencia alcista, es clave señalar dos sucesos importantes que han elevado el optimismo en el mercado cripto en menos de tres meses: la reciente aprobación de los primeros ETF de bitcoin por parte de la SEC en Estados Unidos -una decisión que permite invertir en la criptomoneda sin adquirirla directamente- y la llegada de un nuevo Halving, el evento programado para tomar lugar cada cuatro años -o 210.000 bloques minados de la red Bitcoin-, que reduce a la mitad las recompensas para los mineros, es decir, la oferta de bitcoins en el mercado, que históricamente ha elevado el valor de la criptomoneda en el mercado en una ecuación de oferta y demanda.
A pesar de su carácter descentralizado, el bitcoin ha ganado terreno como un activo legítimo cuyo valor se ha triplicado en el último año, superando incluso las proyecciones más optimistas del mercado. Colombo finaliza señalando que los impactos de la moneda digital resonarán también en la esfera gubernamental de distintos países, lo que sugiere una posible tendencia hacia una mayor adopción de criptomonedas y tecnología blockchain en espacios de hacienda y administración pública. En última instancia, el futuro del bitcoin y su impacto en la economía global dependerá de cómo se aborden los desafíos y oportunidades que presenta esta nueva era financiera, una transición inminente que aprovechará las ventajas técnicas del bitcoin como un medio de intercambio seguro y descentralizado que podría revolucionar la manera en que concebimos el dinero.