El 75% de 500 líderes empresariales encuestados para el estudio “Techtonic States: cómo la tecnología generará o romperá el éxito empresarial” considera que la falta de adopción eficiente y oportuna de tecnologías de la información es uno de los mayores riesgos para el crecimiento de las organizaciones.
Los próximos años prometen beneficios para las empresas que abracen el cambio, promuevan una cultura abierta a la experimentación y a las tecnologías innovadoras, y planifiquen futuros posibles como un imperativo estratégico. Al respecto, la firma global de servicios profesionales, BDO, desde su línea Digital, desarrolló un estudio pionero en distintos países con el objetivo de preparar a las organizaciones para afrontar una diversidad de futuros potenciales, acá se plantean para el 2026 cuatro mundos distintos y se analizan sus repercusiones en el ámbito empresarial.
En el mundo acelerado, un uso amplio y eficiente de tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial generativa y de análisis o servicios basados en datos impulsan nuevos modelos de negocio y soluciones personalizadas, lo que genera ganancias de productividad y una rápida transformación de cada industria. Aquellas empresas que adopten tecnologías de vanguardia podrán ofrecer respuestas rápidas y de gran volumen, mientras que las que no lo hagan corren el riesgo de quedar rezagadas en un mercado cada vez más competitivo. Los desafíos globales impulsan una mayor colaboración y alineación entre empresas, gobiernos, finanzas y academia.
Según el estudio, un 68% de los líderes consultados considera que la adopción de la IA será generalizada en todos los aspectos de los negocios, y el 64% cree que las relaciones corporativas se definirán por la cooperación en lugar de la competencia.
En el mundo sostenible el crecimiento global es lento, la volatilidad corporativa es alta, y las empresas recurren al abastecimiento local de productos. Las presiones demográficas siguen manifestándose, así como la escasez de talento, particularmente en sectores de alto crecimiento, como tecnología, energía verde y finanzas alternativas. La industria y los gobiernos se centran en el desarrollo de normas internacionales para la gestión de nuevas tecnologías. Los compromisos ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG), y los objetivos de reducción de emisiones se mantienen, pero la desaceleración económica, las tensiones comerciales y la debilidad en la inversión obstaculizan, de alguna manera, el progreso en la adopción de soluciones tecnológicas.
El mundo fragmentado es un mundo complejo y volátil, definido por mercados altamente diversos. Las empresas con exposición internacional se enfrentan a la complejidad de la regulación y las políticas comerciales, así como al creciente proteccionismo. Existe una progresiva insatisfacción del público y una reacción adversa contra la tecnología, lo que deriva en que los gobiernos intervengan más en la regulación en este ámbito. Muchos países introducen restricciones generalizadas a la IA.
En el mundo dividido la bifurcación este-oeste define las relaciones geopolíticas, y China y Estados Unidos plantean esferas de influencia separadas. Las empresas se enfrentan a la decisión de alinearse con alguno de estos dos países, cada uno con sus propias reglas y desafíos. Las cadenas de suministro están en constante cambio y la industria se reorganiza. La ciberseguridad se vuelve protagonista en un entorno donde la propiedad de los datos está en disputa. El reporte revela que pocos líderes empresariales prevén que este mundo dividido se materialice.
Aunque para la mayoría de encuestados (68%) el escenario más posible para 2026 es el mundo acelerado, los líderes participantes concuerdan con que “en cada uno de estos cuatro escenarios la tecnología avanzada emerge como la fuerza motriz, lo que permite a las organizaciones aprovechar las oportunidades, mitigar los riesgos y mejorar su resistencia», menciona el informe. Este hallazgo resalta la importancia universal que se otorga a la tecnología como habilitador clave para el éxito en un panorama empresarial en constante cambio.
El 86% de los directivos consultados indica que no aprovechar los beneficios de la tecnología, incluida la IA, y los datos es un riesgo que afectará a las organizaciones. El 75% cree que la falta de personal capacitado en tecnologías es el mayor riesgo para el crecimiento de su organización, y el 74% considera que las empresas que no adopten el cambio basado en datos serán cada vez más inviables.
Entre las razones para la no adopción de la tecnología en las empresas está la falta de estrategia, la ausencia de conocimientos técnicos en la organización, la preocupación por los altos costos y la falta de compromiso de los directivos.
Según Ric Opal, líder Digital global de BDO, sin una cultura propicia para este cambio dentro de la organización, cualquier implementación innovadora en este aspecto no tendrá éxito. “Las organizaciones deben estar dispuestas a experimentar y aceptar el cambio y tener la curiosidad de traspasar los límites y ver lo que es posible”, afirma Opal.
En otras palabras, el impacto de la tecnología solo se hará realidad si la organización tiene una cultura receptiva y objetivos corporativos alineados. Si la tecnología no está integrada para que los empleados la entiendan y tengan habilidades adecuadas para usarla, su impacto será limitado. De hecho, sin esa cultura las empresas podrían enfrentarse a la obsolescencia.