El próximo 15 de febrero se llevará a cabo la subasta de cargo por confiabilidad para el periodo 2027 – 2028, en la que se presentan empresas y representantes de plantas de generación de energía.
El próximo 15 de febrero se llevará a cabo la subasta de cargo por confiabilidad para el periodo 2027 – 2028 a la que se presentan empresas y representantes de plantas de generación de energía. Es un evento crucial para asegurar el suministro de energía eléctrica a largo plazo en Colombia. El objetivo de esta subasta es incrementar la capacidad de energía disponible.
A través de este mecanismo se estimula la necesidad de fortalecer el Sistema Interconectado Nacional, abriendo espacios de participación a nuevos inversionistas en el país para garantizar los precios y el suministro de energía eléctrica, incluso en periodos de alta demanda o condiciones climáticas adversas. Representa una oportunidad para avanzar en la diversificación de la matriz energética del país, promover la inversión en nuevas tecnologías y garantizar la confiabilidad del sistema eléctrico.
Esta subasta ha sido objeto de debate y controversia por los recientes aplazamientos, que han generado inquietud en el sector eléctrico. Aunque justificados por razones normativas, estos retrasos conllevan repercusiones negativas que podrían afectar la transición energética, la competitividad económica y el bienestar de la población.
¿Qué implica los aplazamientos?
Alejandro Toca, docente de la Escuela Administración y Competitividad del Politécnico Grancolombiano, explica que el impacto económico de los aplazamientos recurrentes de las subastas por cargo de confiabilidad en el sector eléctrico colombiano es significativo tanto a corto como a largo plazo.
Explica que a corto plazo estos aplazamientos generan incertidumbre en el sector, afectando la planificación y la toma de decisiones empresariales. Esto puede resultar en una menor inversión en nuevas capacidades de generación de energía. Según un informe de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg), la inversión en nuevas capacidades de generación ha disminuido en un 20 % durante los períodos de aplazamiento de las subastas, lo que evidencia el impacto inmediato en el sector.
Además, los aplazamientos aumentan la probabilidad de cortes de energía y la volatilidad de los precios de la energía, lo que impacta negativamente a los hogares, las empresas y los servicios públicos, generando inconvenientes y afectando la productividad y el confort de las personas. De acuerdo con el Departamento Nacional de Planeación (DNP), los cortes de energía recurrentes pueden traducirse en una disminución del 10 % en la productividad laboral y un aumento del 5 % en los costos de operación para las empresas.
El docente afirma que a largo plazo los aplazamientos pueden tener un efecto aún más perjudicial en la economía. La falta de certeza sobre la disponibilidad de energía firme puede desalentar la inversión en el sector eléctrico, ralentizando el crecimiento de la capacidad instalada y afectando la modernización y diversificación de la matriz energética del país. Según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, cada año de aplazamiento de las subastas reduce el crecimiento económico del sector en un 2 %, lo que representa una pérdida considerable en términos de desarrollo económico.
Garantizar un suministro eléctrico confiable es crucial para mantener la estabilidad económica y social, y para fomentar el desarrollo sostenible. Según el Ministerio de Minas y Energía, cada mes de retraso en la realización de las subastas por cargo de confiabilidad puede aumentar en un 2 % el riesgo de enfrentar crisis energéticas y apagones en el país.
¿Cómo abordar los desafíos regulatorios y administrativos?
Para afrontar los desafíos regulatorios y administrativos que han llevado a los retrasos en la realización de las subastas por cargo de confiabilidad en Colombia, el docente del Politécnico Grancolombiano sugiere la implementación de las siguientes medidas:
- Revisión y simplificación de los procesos regulatorios: Se debe llevar a cabo con el fin de identificar y eliminar trámites innecesarios que puedan estar contribuyendo a los retrasos.
- Establecimiento de plazos claros y realistas: Es fundamental que las autoridades regulatorias establezcan plazos para la realización de las subastas y se aseguren de cumplir con ellos. Esto proporcionará certeza a los participantes del mercado y evitará la incertidumbre que puede generar retrasos imprevistos. Mejora de la coordinación: Se debe trabajar en mejorar la coordinación entre las diferentes entidades regulatorias involucradas en la organización de las subastas por cargo de confiabilidad. Esto incluye a la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), el Ministerio de Minas y Energía y otras entidades relevantes.
- Fortalecimiento de la capacidad institucional: Esto implica asignar más recursos humanos y financieros, así como implementar programas de capacitación para mejorar la eficiencia y competencia de los funcionarios.
- Mayor transparencia y participación: Se deben garantizar en todo el proceso de realización de las subastas, esto ayudará a generar confianza en el proceso y a reducir la posibilidad de conflictos y controversias.
- Implementación de mecanismos de monitoreo y evaluación: Es importante implementarlos para realizar un seguimiento del cumplimiento de los plazos establecidos y detectar posibles retrasos en el proceso de realización de las subastas. Esto permitirá identificar áreas de mejora y tomar medidas correctivas de manera oportuna, lo cual podría reducir los tiempos de espera en un 20 %.
Es imperativo que las autoridades tomen medidas urgentes, asegurando la ejecución oportuna y eficiente de las subastas. Por tanto, la subasta de cargo por confiabilidad del 15 de febrero no solo es una oportunidad, es la clave para impulsar la diversificación de la matriz energética, estimular inversiones en tecnologías vanguardistas, asegurar la estabilidad del sistema eléctrico y salvaguardar los intereses de todos los usuarios.