Humanizar el liderazgo y la conformación del talento humano desde las habilidades blandas son los compromisos que las organizaciones exitosas están adoptando ahora mismo.
Las Power Skills o «habilidades blandas» están ganando terreno en los equipos de trabajo de las compañías que buscan mantenerse a la vanguardia en el competitivo panorama actual. «Economía de las competencias» (Skills Economy) es el tema del que ha venido hablando el Foro Económico Mundial y muchos expertos en el sector empresarial.
«Para el futuro cercano, las proyecciones del WEF son la de una necesidad de reentrenamiento de los equipos de trabajo, donde el potencial humano se potencia frente a la llegada de nuevas tecnologías», explica Dieter Avella, un experimentado consultor colombiano con más de 24 años de experiencia ejerciendo roles de liderazgo en compañías líderes de la industria tecnológica como Motorola. IBM y Zebra Technologies.
Esta revolución resignificará el desempeño de los equipos, de ahí que el aspecto emocional y comunicativo se convierta en una necesidad. Es algo que Dieter ha podido experimentar ahora que acompaña a empresas en América Latina en el proceso de adoptar y comprender el negocio desde la psicología social.
Del “Cultural Fit” al “Cultura Add” en la formación de equipos
Al contratar nuevos empleados, el enfoque no debe ser exclusivamente los méritos académicos o las habilidades técnicas. Es crucial considerar cómo el candidato encajará culturalmente en la organización y la retroalimentación que se dará en esa integración.
«Dentro del “Cultural Fit”, las metas, los valores y el sistema de creencias del empleado se conectan con los objetivos y valores propios de las empresas», explica Dieter Avella, quien trabajó durante varios años como recruiter de grandes organizaciones. «Y esto ha evolucionado hacia el “Cultural Add”, que además de lo anterior también permite atraer, contratar y retener talento para contribuir a la evolución de la cultura positivamente, traer diferentes ideas, e incorporar diversidad e inclusión para un mayor crecimiento organizacional».
Estas dinámicas aseguran que los nuevos empleados no solo se adapten a la cultura existente de la empresa, sino que también aporten un valor añadido y complementen a los equipos, destacando las aptitudes innatas y habilidades que son clave para el trabajo de manera transversal, y especialmente para los equipos de ventas: comunicación efectiva, curiosidad, creatividad y colaboración.
Las cuatro habilidades humanas esenciales para las empresas
El experto y consultor colombiano define de la siguiente manera estas habilidades esenciales:
- Comunicación efectiva: La comunicación clara, concisa y relevante es vital en el ámbito empresarial. Al hablar profesionalmente, tocamos la emoción. El 90% de nuestras decisiones son emocionales y 10% racionales. Es por esto tan importante hablar de una manera clara, concisa y relevante. La comunicación efectiva, entonces, no solo facilita el entendimiento, sino que también fortalece las relaciones y la toma de decisiones».
- Creatividad: La creatividad impulsa el movimiento de ideas y permite abordar problemas desde perspectivas innovadoras. La confianza, la tolerancia y la receptividad son componentes clave de esta habilidad. Al fomentar un entorno donde las ideas frescas y poco ortodoxas son bienvenidas, las empresas pueden encontrar soluciones a desafíos que no se pueden resolver mediante métodos tradicionales.
- Curiosidad: La curiosidad es la habilidad que impulsa a los empleados a explorar nuevas ideas y aprender continuamente. Este deseo de descubrir y entender más profundamente puede llevar a mejoras significativas en los procesos y productos, así como a una mayor adaptabilidad en un entorno empresarial en constante cambio.
- Colaboración: La verdadera colaboración va más allá del trabajo en equipo, e implica acción, decisión y determinación. Más que trabajo en equipo, se trata de brindar ayuda y apoyo cuando el otro lo necesita. Ahí entra a jugar el rol de los verdaderos líderes. Los líderes efectivos deben aprender a confiar, delegar y solicitar apoyo cuando sea necesario, creando una dinámica poderosa que fomente la confianza y la cooperación.
Liderazgo, autoconocimiento y cultura organizacional saludable
El liderazgo efectivo requiere un alto grado de autoconocimiento y vulnerabilidad. Los líderes deben reconocer sus propias limitaciones y estar dispuestos a pedir ayuda.
«Un buen líder es alguien vulnerable, capaz de romper la barrera, alzar la mano, pedir ayuda. Cuando se rompen las barreras entre colaboradores y líderes, surge una dinámica muy poderosa», explica Dieter Avella. «Este enfoque no solo fortalece la relación entre líderes y sus equipos, sino que también crea un ambiente de confianza y apoyo mutuo».
Asimismo, el exceso de enfoque en procesos y herramientas a menudo puede llevar problemas como el burnout, la rotación y la frustración en los equipos, porque hay una deshumanización del liderazgo. Es esencial que las organizaciones se concentren en las capacidades internas del talento humano.
Al centrarse en la comunicación efectiva, la creatividad, la curiosidad y la colaboración, y al promover un liderazgo basado en la vulnerabilidad y el autoconocimiento, las empresas pueden crear un entorno de trabajo saludable y productivo que impulse el crecimiento y la innovación.