elimina 90% de compuestos químicos en aguas residuales de procesos farmacéuticos
Luego de un trabajo de investigación del ámbito farmacéutico, en asocio con la Facultad de Ingeniería Ambiental de la Universidad Libre de Colombia, esta nueva metodología técnica, que podrá ser usada por la industria farmacéutica en general, garantiza la eliminación en un 90% de las trazas de compuestos químicos residuales y microorganismos en las aguas, al final de los procesos de fabricación de algunos tipos de medicamentos.
Tras un trabajo de investigación e implementación de más de un año, se puso en marcha la nueva planta de tratamiento de aguas residuales del laboratorio Vitalis, que funciona bajo un nuevo protocolo de desarrollo propio, que es el resultado de un estudio científico, formulado en asocio con la Facultad de Ingeniería Ambiental de la Universidad Libre de Colombia, el cual hoy ya se encuentra en pleno funcionamiento.
Esta innovación técnica consiste en el empleo de ozono y luz ultravioleta, que en conjunto tienen la capacidad de degradar las trazas de compuestos químicos generados durante las diferentes etapas de producción de algunos tipos específicos de medicamentos.
Según Karina Pérez, Líder de Salud, seguridad y medio ambiente de Vitalis, “este aporte marca un avance en la metodología para descontaminar las aguas residuales, al punto de lograr una importante degradación de trazas de medicamentos. A través de esta, logramos romper las moléculas de muchos compuestos químicos presentes en el agua residual y, además, con el sistema de tratamiento completo que hemos implementado, logramos eliminar otros contaminantes fisicoquímicos y microbiológicos presentes en los vertimientos, con una eficiencia del 90%”.
Gracias a este trabajo científico y técnico, el laboratorio Vitalis aporta al sector farmacéutico demostrando desde su complejo industrial de Sopó que sí es posible la eliminación de organismos microscópicos resultantes de la mutación del ADN que se dan en resencia de algunos de sus procesos.
“A partir de la operación de nuestra nueva planta de tratamiento también se logró una reducción en el consumo de agua y energía en un 10%. Esto responde al propósito de la compañía por actuar responsablemente con su entorno, alineados con la resolución 1256 de noviembre de 2021por la cual se reglamenta el uso de las aguas residuales”, asegura Karina Pérez.
Y concluye agregando que “igualmente, luego del éxito de nuestra innovación, y apoyados en más estudios científicos, evaluamos la posibilidad de implementar un anillo para la recirculación del agua, en el cual se puedan incluir otros efluentes, como por ejemplo el agua de rechazo del proceso de ósmosis inversa para el suministro de agua para medicamentos inyectables”.