Hoy en día todas las compañías, independientemente de su tamaño, necesitan un contador.
A medida que aumenta la demanda de estos profesionales han evolucionado también las expectativas del mercado sobre las habilidades que deben tener, pues hoy en día se espera que, además de sus capacidades técnicas, aporten valor agregado a las organizaciones a las que están vinculados.
“El profesional del futuro se diferencia por habilidades distintas a las técnicas. Claramente, deben tener esa capacidad operativa, pero es fundamental que desarrollen la habilidad de generar valor agregado al mercado y responder a las necesidades de las organizaciones en un mundo cada vez más globalizado”, explica Diego Bernal, director de Recursos Humanos de BDO en Colombia.
En ese sentido, son varias las habilidades que debe tener el contador público del futuro para destacarse y convertirse en un miembro estratégico de su organización. Una de ellas es el conocimiento local e internacional, pues solo en la medida en que se entiende el entorno se puede ofrecer asesoría en los procesos de toma de decisiones. “La interconexión de los mercados financieros y comerciales hace fundamental que tengamos habilidades más allá del proceso técnico y contable y, sobre todo, la capacidad de administrar en cualquier lenguaje la asesoría que se quiere ofrecer”, apunta Bernal. Para ello, por ejemplo, es fundamental el bilingüismo.
Los contadores públicos, además, jugarán un papel cada vez más crucial en la gestión de la diversidad de las normativas fiscales y contables en las distintas jurisdicciones. Para navegar con éxito esos procesos, además del manejo de idiomas, es importante desarrollar la capacidad de pensar desde los procesos de innovación, para entender la mejor manera de armonizar todos los elementos.
Otro punto que toma cada vez más relevancia en el mercado es el del desarrollo sostenible y la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), pues la contaduría debe buscar la manera de agregar a la sostenibilidad de las organizaciones, entendiendo cómo esa dimensión impacta el aspecto financiero. “El contador del futuro tiene el reto de traducir la información no financiera, como puede ser el impacto del cambio climático, a las cuentas financieras. Un reto adicional tiene que ver con el apoyo a las áreas de auditoría y control interno, porque hay que entender el lenguaje no financiero, entender por qué los impactos ambientales y sociales pueden poner en riesgo a las compañías, y comprender eso qué significa financieramente”, señala Alejandro Wilches, director de Sostenibilidad Corporativa de BDO en Colombia.
Asimismo, no se puede dejar de lado la irrupción de nuevas tecnologías. Los más pesimistas han vaticinado el fin de la profesión de Contaduría Pública por cuenta de la inteligencia artificial y, si bien esta no va a desaparecer, lo cierto es que sí obliga a su evolución. “Tenemos que ser conscientes de que las tecnologías de la información se han democratizado, hay que preguntarnos qué tan hábiles somos para sacar el mejor provecho de la tecnología, y reconocer que hay riesgos derivados del uso y adopción tecnológica”, dice Jaime Ríos, socio de Digital- Cyber en Advisory de BDO en Colombia. Por eso, habilidades como la capacidad de aprendizaje y rápida adaptación a las nuevas tecnologías se vuelven esenciales para destacar en esta profesión.
En suma, el contador que destacará en el futuro será aquel con alta adaptabilidad y flexibilidad, así como una visión estratégica y tecnológica, habilidades analíticas y críticas, bilingüe y con una mentalidad de resolución de problemas e innovación.