ACOPI seccional Atlántico a través de su Observatorio de la MiPyme se permite entregar los resultados de la Encuesta de Desempeño Empresarial correspondiente al cuarto trimestre de 2023 realizada a 784 micro, pequeños y medianos empresarios pertenecientes a los macrosectores de manufactura, servicios y comercio.
Durante el último trimestre de 2023, se presentó una preocupante tendencia entre los empresarios de las MiPymes, con un promedio del 43,6% reportando disminuciones en indicadores fundamentales como producción, ventas, cuota de mercado, inversiones, rentabilidad y generación de empleo. Esta cifra representa un aumento significativo en comparación con el mismo período del año anterior, donde el 34,2% manifestó experimentar declives en dichos indicadores.
El análisis detallado de cada indicador revela que las inversiones realizadas son el aspecto con mayor percepción de disminución, alcanzando un 52%. Esta tendencia negativa es motivo de preocupación, dado que las inversiones son cruciales para el crecimiento, la competitividad y la sostenibilidad de las MiPymes. En segundo lugar, se encuentran la rentabilidad, con una percepción de disminución del 50,2%.
En cuanto a la generación de empleo, 39,3% de los empresarios reportó una disminución, lo que representa un aumento notable de 10,3 puntos porcentuales respecto al trimestre previo, donde esta cifra era del 29%.
Lo anterior, deja claro que un aspecto clave para la reactivación radica en un entrono propicio para la inversión. Esto implica una comunicación clara de políticas y regulaciones destinadas a mejorar la productividad y competitividad empresarial, evitando decisiones que afecten negativamente la generación de empleo y la migración de empresas y talento. La importancia de establecer regulaciones sólidas y de largo plazo es crucial para garantizar estabilidad fiscal y un crecimiento sostenible en el mercado laboral.
Por otro lado, uno de los factores que incidió en el desempeño empresarial fue la capacidad productiva por debajo del 50%, señalada por el 31,7% de los encuestados. Este dato representa un aumento significativo en comparación con el mismo trimestre del año anterior, con un incremento de 12,6 puntos porcentuales respecto a 2022, cuando solo el 19,1% de los empresarios se encontraba en esta situación. Este fenómeno guarda similitud con la disminución en los niveles de producción percibida por los empresarios.
Las razones detrás de esta baja capacidad productiva se deben principalmente a los bajos niveles de ventas, la escasa demanda de bienes y servicios, y la falta de capital de trabajo.
Por otro lado, solo el 9,2% de los empresarios MiPyme encuestados estuvieron involucrados en actividades de exportación. Es relevante señalar que este valor ha experimentado una disminución de 3.2 puntos porcentuales en comparación con el trimestre anterior, pero de 2022.
No obstante, este indicador no ha mostrado un aumento significativo en los últimos años. En promedio, durante el 2017, el porcentaje de empresas exportadoras era del 14% mientras que en el 2019 alcanzó el 22%. Esto pone de manifiesto que, debido al impacto de la pandemia, el sector exportador de las MiPymes no ha logrado recuperarse ni alcanzar los niveles de participación que tenía antes del inicio de la crisis sanitaria.
Dentro de las razones por las cuales los empresarios no exportan se encuentran la falta de certificaciones y de recursos financieros y la falta de competitividad del producto por precio.
Finalmente, en cuanto a las expectativas para el primer trimestre del año en curso, el 38,8% de los empresarios prevén un aumento en el volumen de ventas, el 28,6% en el nivel de producción y el 25,5% espera generar aún más empleo.