La investigación evaluó el volumen de pérdidas económicas relacionadas con enfermedades altamente prevalentes en Latinoamérica. Se eligió la migraña por su gravedad, su impacto en la productividad y la probabilidad de empeorar las desigualdades de género y sociales.
Una investigación realizada por el Instituto WifOR, especializado en estudios económicos, evaluó la carga socioeconómica de las enfermedades crónicas de alta prevalencia en Latinoamérica2. Solicitado por FIFARMA (Federación Latinoamericana de la Industria Farmacéutica), el estudio realizado en ocho países de Latinoamérica (Brasil, México, Argentina, Colombia, Chile, Perú, Ecuador y Costa Rica), señala que las pérdidas económicas relacionadas con la migraña durante el período 2018-2022 oscilaron entre 3.900 millones de USD (Costa Rica) y 142.900 millones de USD (Brasil)1.
Entre las personas de 15 a 49 años, las migrañas son la segunda causa de discapacidad en el mundo3. Entre las mujeres, es la principal causa de discapacidad. Quienes padecen de esta condición de salud pierden, en promedio, 19.5 días de trabajo al año debido al problema4. En Colombia se estima que la migraña afecta al 13.8% de las mujeres y al 4.8% de los hombres. Sin embargo, las cifras que dan una idea desde los números absolutos sugieren que, en el mejor escenario para Colombia, solo cerca del 10% de la población tiene un diagnóstico5.
“La migraña, a menudo subdiagnosticada y subtratada, causa un daño enorme en la vida personal y profesional de los pacientes, la mayoría de los cuales son mujeres. De los países latinoamericanos, México registra una de las tasas más bajas de diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, alrededor del 27%. Además de las pérdidas económicas relacionadas con el ausentismo laboral y la caída de la productividad, la enfermedad afecta la vida personal, dañando actividades esenciales no remuneradas, como el cuidado del hogar, los niños y el ocio1”, resaltaRodrigo Nascimento, director médico de Pfizer LATAM para Migraña.
En una evaluación de cinco años, entre 2018 y 2022, Brasil registró la tasa más alta de pérdidas económicas relacionada con la migraña, con 142.900 millones de dólares1.
En el período de 2011 a 2022, las migrañas, la diabetes y las patologías cardiovasculares presentaron las mayores pérdidas económicas entre el conjunto de enfermedades evaluadas en América Latina2. En la mayoría de los países de la región, la migraña fue responsable de pérdidas económicas de alrededor del 1.2% del PIB1.
En Colombia, para compensar las pérdidas económicas de los últimos cinco años, cada individuo mayor de 15 años tendría que trabajar en promedio 8 días más por año2.
Impacto desproporcionado en los más pobres
Varios estudios publicados indican que el riesgo de sufrir migraña es mayor entre la población perteneciente a las clases económicas más bajas6,7,8. Se observan factores de riesgo comunes en estas poblaciones, como una dieta inadecuada, un índice de masa corporal elevado, la inactividad física, el tabaquismo y un bajo nivel educativo1.
Otro aspecto destacado por el informe es la carga de enfermedades en el sector informal de trabajo. El estudio indica que la informalidad es muy significativa en el mercado laboral latinoamericano. La tasa de autónomos y/o no registrados en la región varía desde el 29% en Chile hasta más del 60% en países como Colombia, Perú y Ecuador 1. Según el documento, las pérdidas de productividad afectan más intensamente a los trabajadores informales, quienes tienen más probabilidades de perder sus empleos y sufrir importantes pérdidas financieras por falta de remuneración y acceso a fondos de apoyo durante el período de ausencia. Además, la informalidad dificulta el acceso a los programas de apoyo al desempleo 1.
Desafíos y esperanza para el futuro
El 12 de septiembre se celebra el Día Internacional de Acción contra la Migraña, una importante iniciativa para crear conciencia sobre la migraña, su impacto en la vida de las personas y celebrar la contribución de la ciencia médica9.
Después de 35 años desde la introducción de la Clasificación Internacional de Trastornos de Cefaleas (ICHD), estamos viviendo la era de la segunda gran revolución en las terapias para la migraña. Los avances abren una perspectiva esperanzadora para los pacientes, permitiéndoles encontrar medidas efectivas para el tratamiento agudo y preventivo, y también pueden reducir la carga relacionada con la migraña 10.
Sin embargo, el camino del paciente hacia el diagnóstico y el tratamiento adecuado sigue siendo un desafío, con barreras clínicas, sociales, económicas. Este proceso tarda varios años y, en algunos casos, décadas, debido a diagnósticos erróneos o a que los afectados no creen que sus constantes dolores de cabeza sean migraña y no saben buscar atención clínica11.
Para los investigadores del Instituto WindfOR, la expectativa es que comprender el impacto de la enfermedad en la sociedad pueda conducir al progreso de la acción contra la migraña, que debe dejar de ser percibida como un factor de costes, sino más bien como un motor de desarrollo económico, de innovación y de una mejor salud.
Ante este panorama, Pfizer se ha dedicado a innovaciones que aporten mejoras en la vida de los pacientes que viven con migraña: “Pfizer está invirtiendo en la investigación y desarrollo de nuevas terapias para la migraña, colaborando con diferentes instituciones y organizaciones, buscando la opinión de los pacientes e incorporando sus perspectivas y necesidades en este proceso, para asegurar que las nuevas terapias aborden las causas fundamentales de la migraña y mejoren las vidas de los pacientes”, destaca Rodrigo.
Objetivo del estudio
A solicitud de FIFARMA, el Instituto alemán WifOR desarrolló el estudio ‘Impacto socioeconómico de las principales enfermedades en ocho países latinoamericanos’ con el objetivo de cuantificar las pérdidas económicas relacionadas con las principales enfermedades de alto impacto en la región. Los países incluidos en el análisis fueron Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México y Perú y las enfermedades cubiertas fueron patologías cardiovasculares, neoplasias, incluido el cáncer de mama, cardiopatía isquémica, infecciones respiratorias, diabetes tipo 2 y migrañas2.
El informe define la carga socioeconómica como el grado en que una enfermedad deteriora la capacidad de las personas para trabajar, generando pérdidas de productividad y una reducción del capital humano 2.
Metodología La metodología va más allá del paradigma tradicional en la evaluación económica para abordar las pérdidas de productividad. Ella trae una combinación singular de efectos en la cadena de valor (análisis de ingresos y egresos) y conocimientos sobre economía de la salud. Mide los efectos directos, indirectos y de derrame (spillover effects) teniendo en cuenta las pérdidas de capital humano en actividades laborales remuneradas y no remuneradas. La carga socioeconómica se mide en pérdidas para el país, y no según lo que el individuo genera para sí mismo.