Los créditos son herramientas financieras fundamentales que permiten a las personas materializar sus proyectos o mejorar su calidad de vida a través de la adquisición de bienes o servicios. Según el Reporte de Inclusión Financiera de la Superintendencia Financiera de Colombia y la Banca de las Oportunidades, en 2023, 13,5 millones de adultos en el país contaban con al menos un producto crediticio. Sin embargo, el acceso a este tipo de productos está condicionado por diversos factores, entre ellos, la posibilidad de contar con un fiador.
Tradicionalmente, los fiadores suelen ser personas naturales. No obstante, también existen instituciones que desempeñan esta función, respaldando a los solicitantes al momento de adquirir una obligación con un intermediario de crédito. De esta manera, los fiadores se convierten en actores clave tanto para quienes solicitan un préstamo como para las entidades que los otorgan. En ausencia de historial crediticio, una persona que asuma este rol y cuente con un buen puntaje en las centrales de riesgo puede aumentar la credibilidad de la solicitud.
Ser fiador implica asumir la responsabilidad del crédito en caso de que el deudor principal no pueda continuar con los pagos. El incumplimiento no solo afecta al deudor, sino también al fiador, quien puede ser reportado ante las entidades regulatorias hasta que la deuda sea saldada, lo que impacta negativamente su historial crediticio y dificulta su acceso a otros productos financieros.
Por ello, al aceptar ser fiador, es fundamental evaluar la capacidad de pago del deudor principal. Además, según el Artículo 2383 del Código Civil, los fiadores tienen el derecho de exigir a los acreedores que primero recurran a los bienes o prendas del deudor principal antes de proceder en su contra.
Para quienes no cuentan con un fiador natural, los fiadores institucionales son una alternativa viable. Los fondos de garantías, por ejemplo, actúan como fiadores mediante la figura jurídica de la fianza, garantizando las operaciones crediticias y fortaleciendo la confianza entre los intermediarios de crédito y sus usuarios. Esto no solo facilita la aprobación de créditos, sino que también puede permitir mayores montos y plazos.
En este contexto, empresas especializadas en este modelo han jugado un rol significativo. En el caso de FGA Fondo de Garantías, con más de 27 años de experiencia, han respaldado más de 20 millones de operaciones crediticias por un valor superior a 39 billones de pesos, beneficiando a más de 7 millones de personas en el país.
“Existen dos barreras principales para el acceso al crédito: no tener un fiador y tener un mal reporte en las centrales de riesgo. Con las garantías que ofrecemos, buscamos vencer esas limitaciones y dar a las personas la posibilidad de financiar sus proyectos y necesidades a través de servicios financieros formales. Así, contribuimos a la inclusión financiera y al fortalecimiento de la economía en el país”, afirma David Bocanument, presidente de FGA Fondo de Garantías.
Además, la empresa ha implementado un modelo de garantías digitales que permite a las personas acceder a mecanismos de financiación desde cualquier lugar del territorio nacional, sin necesidad de trámites presenciales. Actualmente, respalda cerca de 20.000 créditos diarios, de los cuales el 82% se realizan de manera virtual.
Consolidada como líder en el sector de garantías para créditos de consumo, FGA proyecta respaldar 4,5 millones de operaciones por un valor de 6,7 billones de pesos a 3,5 millones de colombianos para el cierre de 2024, consolidando su posición como un aliado financiero clave para quienes buscan alternativas seguras y formales.