Cada año se pierden enormes sumas de dinero debido al lavado de dinero. El uso adecuado de la inteligencia artificial puede ahorrar millones al sector financiero cada año, y es una oportunidad que los bancos colombianos deberían aprovechar al máximo.
La tecnología ha cambiado nuestra sociedad y ha obligado a las entidades financieras a modernizarse de forma constante y rápida. De acuerdo con un estudio del Banco Mundial, un existe un crecimiento sostenido de la bancarización en América Latina. Este reporte indica que Colombia, México y Perú están a medio camino con el 30% y 40% de población bancarizada con tarjetas.
Vivimos en una era digital, lo que significa que estamos creando nuevas oportunidades ilimitadas para que los bancos y las organizaciones de servicios financieros mejoren la forma en que gestionamos el dinero con la tecnología. Sin embargo, al igual que estas oportunidades se aplican a las organizaciones bancarias, también se aplican a los delincuentes. A nivel mundial, se pierden más de dos billones de dólares cada año por el blanqueo de capitales.
También resulta costoso para los propios bancos cuando no se cumplen con rigor las leyes contra el blanqueo de capitales, con multas millonarias. En consecuencia, los bancos ahorrarían mucho dinero si fueran eficaces en la prevención del blanqueo. En Colombia, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, DIAN, en un año puede llegar a detectar más de $10 billones provenientes de lavado de activos. Esta cifra da luces del dinero que mueve la criminalidad en el país.
El trabajo relacionado con la lucha frente al lavado de dinero y el cumplimiento de la normativa puede hacerse más eficiente mediante el uso de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, ya que estas herramientas son expertas en la selección de datos y la identificación de patrones o información sospechosa, y que puede utilizarse para identificar automáticamente fraudes y transacciones que indiquen blanqueo de capitales y señalarlas rápidamente para su tratamiento posterior.
Especialmente, si se utiliza de la manera correcta y en colaboración con especialistas humanos, podemos construir un futuro híbrido de trabajo de cumplimiento de la normativa en el que las máquinas identifiquen las irregularidades mientras los individuos se centran en la lucha contra la delincuencia financiera basándose en los conocimientos generados por la IA.
Destaca la importancia de contar con la asociación adecuada de empresas de consultoría que ofrezcan soluciones integrales para abordar los desafíos relacionados con cambios regulatorios, transformaciones comerciales y evaluaciones de riesgos en el sector financiero. Estas empresas deben ser expertas en el diseño de estrategias que utilicen tecnologías como robótica, inteligencia artificial, aprendizaje automático y procesamiento de lenguaje natural para mejorar la eficacia y eficiencia en la prevención, detección, investigación y presentación de informes de delitos financieros.
Además, es crucial que estas empresas dispongan de aceleradores de soluciones, como RPA (automatización robótica de procesos) cognitiva, para funciones como conocer al cliente, verificación de documentos y gestión de alertas, así como contar con profesionales para el desarrollo e implementación de análisis de datos y marcos de aseguramiento.
En términos generales, para que el sector financiero siga beneficiándose de la confianza que tanto los particulares como otras instituciones depositan en él, debe seguir el ritmo de los avances tecnológicos. Deben tomar las riendas para garantizar que no nos convirtamos en una región en la que sofisticadas redes delictivas y rutas de dinero ilegal puedan operar bajo el agua.