De cara al año que acaba de comenzar, las empresas innovadoras y la buena gestión y administración de los gobiernos ofrecen las principales vías para sortear los vientos en contra a corto plazo en los mercados emergentes.
Esto será al compás de un contexto enturbiado por la incertidumbre geopolítica y política.
Como es de prever, las acciones de los mercados emergentes probablemente se verán influidas por el calendario y las decisiones políticos en 2024. No nos sorprendería una volatilidad elevada hasta que haya una mayor visibilidad sobre dónde se asientan los tipos de interés, a escala mundial, y disminuya el riesgo de un error político más amplio.
En ese escenario, creemos que las acciones de los mercados emergentes ofrecen a los inversores exposición a una demografía favorable, un fuerte crecimiento económico y tendencias estructurales interesantes.
Los temas clave para los mercados emergentes en 2024 son:
- La dirección de la Reserva Federal, que tiene implicaciones para la fortaleza del dólar.
- El calendario político: tenemos muchas elecciones, no sólo en mercados emergentes como la India, sino también en Estados Unidos; eso tiene enormes implicaciones para las políticas estadounidenses hacia los mercados emergentes, como China.
- Macroeconomía china: ¿Pueden los responsables políticos chinos estabilizarse y hacer frente a los excesos del modelo económico del pasado?
- Y, por último, la geopolítica. Está claro que 2023 ha sido una historia cada vez más compleja en materia de geopolítica. Esperemos que 2024 sea menos ruidoso, pero quizás sea una consideración que tenemos que pensar para 2024.
Pensando en oportunidades de inversión atractivas desde Janus Henderson creemos que hay dos áreas clave. La primera es la India, con las valoraciones adecuadas; es la que puede crecer de forma creíble. Tiene el ecosistema adecuado para la innovación, tiene estructura política, transparencia, la demografía adecuada y los equipos de gestión que entienden el papel de los mercados de capitales.
La otra área clave es la innovación, que está creciendo en los mercados emergentes. Cada vez tenemos más ejemplos que buscan resolver problemas específicos aprovechando la tecnología. Un caso emblemático es la biofarmacia, con la mayor parte de la cadena de suministro mundial. También la energía solar y eólica, y las baterías para vehículos eléctricos.
En contrapartida, un riesgo a considerar para 2024 en los mercados emergentes es el error político. En este sentido me refiero a una posible mala gestión de las relaciones comerciales y políticas entre China y Estados Unidos. O quizás también la mala gestión de la estabilización del crecimiento en China, lo que podría tratarse de una espiral de descontrol en Oriente Medio.
En definitiva, ante la pregunta ¿qué es lo más importante de lo que deben cuidarse los inversores en cuanto a la renta variable de los mercados emergentes? Yo formularía el cuestionamiento. ¿Por qué invertir en un estrecho mercado de renta variable estadounidense que cotiza a valoraciones caras, cuando se puede invertir en mercados emergentes que no están tan explorados, no son tan caros y cuentan con muchas de las empresas más grandes y atractivas?
No hay duda de que tenemos que hacer frente a algunos vientos en contra cíclicos en términos de lo que la Fed va a hacer y el ciclo político de EE.UU. y así sucesivamente. Pero en términos de hacia dónde vamos en términos de política, los mercados emergentes se están relajando. El crecimiento económico está mejorando. Y eso no puede decirse de los mercados desarrollados. Por lo tanto, concluiría sin dudas que el caso cíclico de los mercados emergentes es muy interesante para 2024.