Frente a la alta rotación en las empresas latinoamericanas y la percepción de que es cada vez más difícil encontrar un lugar agradable para trabajar, las compañías tienen en sus manos el poder de cambiar este panorama.
Los desafíos para las empresas y sus empleados hoy son, quizás, más grandes que hace unos años. Las expectativas laborales cambiaron, y preocuparse por los empleados es la clave del éxito que muchas empresas están empezando a entender.
La salud mental, la recompensa y satisfacción por la labor realizada, la confianza depositada, son uno de tantos factores que determina la continuidad de un trabajador en su lugar de trabajo.
Según una reciente encuesta hecha por la consultora WTW en Latinoamérica, casi la mitad de los empleados está dispuesta a dejar su empleo. Mientras un 56% de las personas planeaban quedarse en su puesto, un 17% estaba abierto a otras ofertas, mientras un 28% planeaba renunciar a su empresa. Quienes buscaban un nuevo rol arrojaron padecer agotamiento, depresión y ansiedad.
«La cultura laboral en organizaciones conservadoras se ha centrado exclusivamente en la productividad por encima del bienestar personal y emocional de los empleados y esta corriente de pensamiento no facilita el desarrollo del concepto de satisfacción/felicidad en el trabajo», afirma Daniel del Valle Granada, Dr. en dirección de empresas y profesor adjunto del programa de Dirección de Empresas de la Universidad Internacional de Valencia – VIU, perteneciente a Planeta Formación y Universidades.
Aceptar excesivas jornadas de trabajo, salarios poco competitivos, falta de apoyo y capacitación, es algo que los empleados ya no están dispuestos a negociar.
Siete aspectos que las empresas deben fortalecer para ser lugares de trabajo deseables
Que una empresa sea un lugar agradable para trabajar, donde se disfrute de la experiencia, no es una utopía, pero esta sí tiene una responsabilidad para que se perciba así, mediante políticas internas efectivas. El experto de la Universidad Internacional de Valencia, Daniel del Valle, nos da algunas de ellas:
1. Equilibrio vida personal-vida laboral: valorar el tiempo de vida de los empleados es clave, y se puede hacer mediante mecanismos como el teletrabajo, flexibilidad horaria, licencias parentales remuneradas, que impacten positivamente en la salud mental y emocional del colaborador.
2. Capacitación: Es importante ofrecer espacios donde los empleados puedan crecer personal y profesionalmente, aprender más de su área, perfeccionar sus habilidades y aspirar a planes carrera con objetivos aspiracionales.
3. Reconocimientos: Valorar y saber recompensar el esfuerzo impacta positivamente en los trabajadores, tanto psicológica como emocionalmente. Fortalece lazos entre equipos, oxigena el ambiente laboral. Y estos reconocimientos pueden ser tanto aumentos salariales o bonificaciones, como oportunidades de ascenso o, incluso, reconocimiento público.
4. Espacio adecuado: Hacer que el lugar de trabajo sea física y emocionalmente adecuado previene el agotamiento o «burnout», así como el cansancio físico.
5. Escuchar: es importante que los empleados sepan que su opinión cuenta. Brindar espacios e invitar a que participen en la toma de decisiones y propongan soluciones para el mejoramiento de procesos es positivo.
6. Apoyo emocional y bienestar: siempre será importante espacios donde los empleados reciban asesoramiento en situaciones de crisis, así como programas de mindfulness o bienestar.
7. Cuidado de la salud física: el bienestar físico también es importante para una buena experiencia laboral, por eso es clave brindar seguro médico y brindar facilidades para la práctica de actividades deportivas, así como estimular los buenos hábitos.
Un beneficio para el empleado es un beneficio para la empresa también
Las organizaciones deben saber que un equipo de trabajo satisfecho genera mejores resultados en la calidad del servicio y producto ofrecidos, así como en la satisfacción del cliente.
Pero también repercute positivamente a largo plazo, en la sostenibilidad de la compañía, evitando fenómenos recientes como la «renuncia silenciosa» y el exceso de rotación, que en el último año en Latinoamérica se disparó un 51,5% más de lo habitual, según estudio realizado por la compañía Pandapé, especializada en tecnología para gestión del talento humano. No obstante, es una práctica que no se puede generalizar.
«La mayoría de las iniciativas o políticas propuestas a los empleados deberían de generar un resultado positivo para la organización y el empleado», concluye el experto en dirección de empresas, «pero es muy importante que las políticas propuestas estén alineadas con la estrategia del negocio y ayuden a resolver necesidades concretas de los colaboradores».