En el país este delito no da tregua y según las cifras oficiales tampoco parece tener techo.
De acuerdo con la Superintendencia Financiera, el año anterior (datos más recientes) los bancos recibieron un total de 1.362 millones de ataques cibernéticos, que generaron un costo de 75.000 millones de pesos en reposiciones e indemnización por operaciones no autorizadas.
Solo en lo corrido de este año, indica la Asobancaria, se han registrado cerca de 50 entidades afectadas por ciberataques y más de 240.000 quejas por fraudes tecnológicos. Sin embargo, el dato que más genera alarma tiene que ver con que a nivel nacional, en promedio, se detectan más de 40 ataques informáticos por segundo al sistema financiero.
Para destacar, del total de reclamaciones registradas por esta conducta delictiva, el 96 % se concentra en cuentas de ahorro, tarjetas de crédito, depósitos de bajo monto y de monto inclusivo.
Generalmente, las reclamaciones y quejas se reciben por internet (52 %); aplicaciones móviles de los bancos (36 %); POS, que es un dispositivo que se usa en la terminal de punto de venta de las entidades financieras (7 %); ATM, modalidad de transferencia asincrónica (3 %); y el restante (2 %), corresponde a otros medios.
Teniendo en cuenta estas cifras, Santiago Hernández, CEO de Tusdatos y experto en ciberseguridad, revela los fraudes financieros que hoy más están afectando el bolsillo de los colombianos.
- Cambios en códigos QR en establecimientos comerciales: Por lo general, los implicados en este tipo de fraudes son personas propias o externas del negocio que, a través de códigos QR alterados, redirigen a las víctimas a una página web de pago adulterada con la intención de robar su dinero y/o la información de sus tarjetas.
- Phishing: Es una de las formas más comunes y peligrosas de ciberataque y ha posicionado a Colombia como el cuarto país más afectado por esta conducta en América Latina. Según el ministro TIC, Mauricio Lizcano, en 2023 se registraron 28.000 millones de ciberataques, la mayoría fueron por phishing y secuestro de datos a empresas principalmente del sector bancario que, en la primera mitad de 2024, ya acumulan 20.000 millones de intentos de hackeo.
“Este concepto anglosajón deriva del término fishing que significa “pescar”, e implica engañar a los usuarios para que divulguen su información confidencial como: contraseñas, números de tarjetas de crédito o información personal. Para lograr su cometido, los criminales se hacen pasar por entidades de confianza, como bancos o empresas reconocidas”, explica Hernández.
- Suplantación: En palabras de la Superintendencia de Industria y Comercio “esta conducta consiste en hacerse pasar por otra persona para diversos propósitos: engañar a terceros, obtener bienes y servicios con cargo al individuo suplantado, incurrir en fraudes y otro tipo de delitos”.
Según datos de Norton, el 17% de los colombianos ha sido víctima de robo de identidad digital en la primera mitad de 2024.
- Hurto de celular: Este es el robo más frecuente actualmente en Colombia. Los ciudadanos que son víctimas de este delito, ponen en riesgo su información financiera ya que el ladrón puede tener acceso a sus cuentas a través de las apps bancarias que tenga instaladas en el equipo.
“Aunque la cifra de este tipo de hurtos ha disminuido en comparación con 2023, el celular se ha convertido en el elemento más robado de Bogotá con más de 10 mil denuncias en lo que va de 2024”, comenta Hernández.
- Vishing: Esta modalidad trata de suplantar la identidad de una persona de confianza para obtener información de otros individuos o solicitarles transferencias de dinero. Uno de los casos más conocidos es el de una empresa británica que sufrió la suplantación de su directivo con voz e imagen y logró la transferencia de 20 millones de euros.
En 2022, en el país se registraron más de 54 000 denuncias por vishing que, en su mayoría, eran a causa de este delito cibernético. Esta cifra superó ampliamente la registrada en 2021 cuando se documentaron 11.223.
En un mundo cada vez más digitalizado, los fraudes financieros se han convertido en el pan de cada día y evitar caer en ellos se ha vuelto una tarea sumamente compleja. Por eso, es crucial conocer sus diferentes modalidades, identificarlas a tiempo y reportarlas de inmediato a las autoridades en caso de que esté siendo víctima.