La empresa colombiana, gracias a esta iniciativa única en el país, logró en el 2023 recoger cerca de 4,5 millones de galones de aceite usado en toda Colombia. Para 2024 esperan alcanzar 6 millones de galones.
Ática, empresa dedicada a la recolección, transformación y valorización de residuos, desde el 2018 comenzó a transformar el aceite usado, uno de los elementos que más contaminan el ambiente y que un solo galón de aceite usado afecta cerca de 40 mil litros de agua, es por esto que, el aceite usado se transforma en un sustituto de combustibles o grasas lubricantes funcional para la reparación de vehículos y servicios técnicos. Además, logra convertirse en sustituto de Fuel oil y aceite ACPM y también, es usado como combustible de maquinaria amarilla.
Frente a este proceso y sus resultados Mauricio Abondano, gerente de negocios de Atica afirmó que, “en el 2023 recogimos cerca de 4,5 Millones de galones de aceite usado en toda Colombia mostrando una recuperación importante en la dinámica de consumo de las diferentes industrias y del uso del vehículo particular”.
En esta línea, el gerente de negocios añadió que “para el 2024 esperamos seguir en esta recuperación y volver a cifras de prepandemia donde alcanzamos hasta los 6 millones de galones de aceite usado”.
Es así como, esta empresa colombiana con presencia en diferentes países de América Latina, diseñó un proceso que permite darle una segunda utilidad a este elemento.
Así es el proceso para darle un segundo uso al aceite usado quemado.
Inicia con la generación de este, cuando hacen los cambios de aceite a los vehículos, en las industrias al hacer manteamiento o en el sector eléctrico al desechar transformadores que contienen aceite dieléctrico. Es de resaltar que este residuo se debe acopiar directamente en un lugar que tenga barreras de contención para evitar riesgos ante un derrame.
Luego, el material se recoge en los vehículos, que cuentan con los permisos ambientales para movilizarlo de forma segura, el cual es almacenado en la planta de Mosquera. De allí se desplaza en un tracto camión a la sede en Cartagena, en donde se encuentra la única refinería de Colombia que trata aceite usado de motor.
En esta planta, por medio de calor que es generado por la combustión de residuos se destilan diferentes sustitos de combustibles y se extraen los contaminantes al aceite, haciendo que este recupere sus características de color y olor, así como sus propiedades lubricantes, posteriormente se convierte en un sustituto de combustibles o grasas lubricantes.
Panorama del país frente a esa práctica
En el país, cada año, son desechados cerca de 27 millones de galones de aceite usado, lo cual Atica Re-refina y gestiona 4 a 6 millones al año, en la actualidad gestiona el 22% del aceite usado de motor generado en el país convirtiéndose en uno de los gestores con mayor capacidad en la transformación y valorización de este residuo.
Por lo general cualquier aceite de origen mineral es extremadamente contaminante pues tan solo una gota puede contaminar hasta 25 litros de agua, así mismo los aceites dieléctricos contanimados con PCB’s (Bifenilos policlorados) que se usaban en los transformadores fabricados hasta los 90’s pueden liberar sustancias extremadamente toxicas al ambiente y nocivas para la salud de los seres humanos.
Además, hay una falta de conocimiento tanto en personas naturales como en establecimientos de comercio, quienes vierten el aceite usado por las cañerías o desagües de sus casas; de esta manera se contaminan cuerpos de agua mayores, y tratar estas aguas con este contenido de hidrocarburo es cotoso y afecta la biodiversidad.
Recomendaciones de Ática para el uso del aceite
Es importante la concientización ambiental acerca de los usos que le den al aceite usado que reciclan en establecimientos como lubricentros o grandes talleres de mantenimiento.
Actualmente, este residuo tiene un valor en el mercado y las empresas generadoras de este aceite pueden incurrir en malas prácticas ambientales, al entregar este aceite usado a gestores que terminan quemándolo sin mayores controles, liberando dióxido de carbono y otros gases nocivos para la atmósfera, También, se ha detectado que otros actores de la cadena que comercializan ilegalmente este aceite re-empacandolo y vendiéndolo como aceite nuevo.
Finalmente, es importante el buen manejo de estos aceites usados, ya sea en el hogar a en las industrias, pero se debe garantizar que estas prácticas sean seguras y ambientalmente sostenibles para el país, ya que, las malas prácticas generan implicaciones en el medio ambiente y en la salud publicación, con el buen manejo se contribuye a la protección ambiental, así mismo, se genera un impacto positivo en la economía al proporcionar insumos asequibles y sostenibles para diferentes industrias.
El llamado que hace Ática es encontrar la forma de aprovechar estos residuos se vuelve de vital importancia para el planeta y la salud de los colombianos.