Más de 3.000 contenedores represados en Buenaventura, con sobrecostos de 15.000 millones de pesos son solo parte de la crisis generada por el ciber ataque que está sufriendo el Invima.
Con la noticia del ataque cibernético que en este momento sigue enfrentando el portal web del Invima, que causa un grave colapso en el puerto de Buenaventura y la angustia de miles de comerciantes en todo el país, bloqueados para hacer sus gestiones sobre medicamentos y alimentos, surge de nuevo el tema sobre las estrategias y los niveles de seguridad que se requieren para proteger los activos virtuales de las empresas y las organizaciones.
Este, que puede ser un ataque de Ransomware, es decir, un secuestro de los datos para pedir un rescate, tiene en vilo a comercializadores de pollo y alimentos frescos, entre muchos otros, cuyos productos se encuentran varados en bodegas y contenedores sin poderse mover.
Según Andrés Guzmán Caballero, CEO de Adalid Corp., empresa especializada en Seguridad de la Información, servicios Legales y Forenses, “independientemente de la responsabilidad de las áreas TI para mantener alta la guardia con el uso de estrategias serias y la actualización permanente de las herramientas de ciberseguridad, por regla las empresas en el país deberían implementar acciones preventivas permanentes como una política corporativa, con el fin de informar y educar a los colaboradores internos y externos de todos los niveles para cerrar las brechas que comúnmente se generan por el desconocimiento de los protocolos de seguridad y el uso despreocupado de los terminales asignados a ellos”.
Este es un “campanazo” más para las organizaciones en el país, teniendo en cuenta que este tipo de ataques siguen en aumento, pues para el primer semestre del 2021, las empresas del país sufrieron más de tres millones setecientos mil de estos ataques, mientras en el resto de América Latina hubo más de 91 mil millones en este mismo periodo.
Según el estudio Tendencias de Cibercrimen en Colombia 2019-2020, realizado por la Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones, en ese periodo nuestro país recibió el 30% de los ataques de Ransomware en Latinoamérica, seguido por Perú con un 16%, México con un 14%, Brasil con un 11%, y Argentina con un 9%, siendo en general las PYMES el blanco preferido por los ciberdelincuentes.