Sin embargo, el proceso enfrenta hoy una seria crisis de gestión. El retraso excesivo en la concesión de la nacionalidad portuguesa, incluso a quienes cumplen con todos los requisitos legales, ha llevado a un grupo de abogados y ciudadanos a lanzar una petición pública en la página oficial de la Asamblea de la República Portuguesa. El objetivo: exigir el cumplimiento estricto de los plazos legales establecidos para la resolución de estos trámites.
La legislación vigente estipula que las solicitudes de nacionalidad deben resolverse en un máximo de 90 días hábiles, según lo establece el Código de Procedimiento Administrativo y el Reglamento de Nacionalidad Portuguesa. En la práctica, sin embargo, los procesos están tardando hasta tres años, lo que ha generado una situación de grave ineficiencia administrativa.
En Colombia, más de 10.000 personas esperan respuesta a sus solicitudes. En regiones como Antioquia, se estima que cerca del 20% de la población tiene ascendencia sefardí y, por tanto, la posibilidad legítima de optar por la nacionalidad portuguesa. No obstante, la demora en los trámites está impactando de forma significativa sus vidas.
“En el mundo hay cerca de 500.000 solicitudes acumuladas en los últimos 4 años. En Latinoamérica el número asciende a una 350.000 y en Colombia la situación es crítica. Esto representa un gran reto para la administración portuguesa, pero no justifica el incumplimiento de los tiempos legales”, aseguró Melina Gil, vocera de la firma jurídica Martins Castro.
Los afectados no son únicamente descendientes de judíos sefardíes. También incluyen residentes legales y descendientes de ciudadanos portugueses que han cumplido con todos los requisitos. Esta inacción estatal ha generado consecuencias reales: limitaciones para acceder al trabajo, la salud, la educación, y para lograr la reunificación familiar, además de un evidente deterioro del bienestar emocional de los solicitantes, muchos de los cuales han invertido tiempo, dinero y esperanza en un proceso estancado.
“Retrasar la ciudadanía es negar la identidad. La inercia institucional no puede seguir silenciando los derechos de quienes tienen derecho a la nacionalidad vía legado sefardí”, afirmó Renato Martins, CEO de Martins Castro.
La petición en línea busca abrir un debate urgente en el Parlamento portugués y propiciar un cambio real en la gestión de derechos civiles fundamentales, como lo es el derecho a la nacionalidad. La ciudadanía no puede seguir siendo víctima de la burocracia.