Con el lanzamiento del programa beta de WhatsApp Business Calling, las empresas de América Latina enfrentan una nueva disyuntiva: ¿cómo convertir esta función en una ventaja real en la experiencia del cliente? La clave no está solo en adoptar tecnología, sino en rediseñar los sistemas de atención.
En América Latina, donde WhatsApp ya domina como el canal de mensajería preferido por consumidores y empresas, la expansión de sus funcionalidades empresariales, como el reciente lanzamiento de WhatsApp Business Calling, representa más que una evolución técnica: es una señal clara del rumbo que está tomando la interacción digital.
Pero convertir esta novedad en una ventaja competitiva no es cuestión de activar una función. Requiere capacidades que muchas organizaciones aún no tienen: orquestación omnicanal, escalabilidad operativa y diseño de experiencia centrado en contexto.
Aquí es donde entran en juego soluciones como PureSocial, de Sixbell CX, pues de acuerdo con la firma no basta con integrar llamadas en WhatsApp si no existe una arquitectura inteligente que gestione el salto entre texto y voz, que administre los flujos con agilidad y que proteja la experiencia del usuario a escala. En lugar de ver a WhatsApp como el protagonista, conviene entenderlo como un catalizador dentro de un ecosistema más amplio.
El verdadero reto, y la verdadera oportunidad, está en cómo las empresas aprovechan esta coyuntura para reconfigurar su estrategia de atención. Y en ese terreno, no todas están igual de preparadas.
Para que esta transformación de la experiencia de cliente sea real, y no solo una adopción superficial de tecnología, las empresas necesitan operar sobre cuatro pilares fundamentales. Cada uno de ellos representa una condición necesaria para convertir la función en impacto, y cada uno exige capacidades que van mucho más allá de habilitar una llamada desde una app.
1. De la integración funcional a la orquestación estratégica
Durante años, las empresas han perseguido la omnicanalidad como un ideal. La fragmentación entre canales, texto, llamadas, redes sociales, formularios, ha generado pérdidas de contexto, duplicación de esfuerzos y una experiencia desconectada para el cliente.
WhatsApp Business Calling se suma a una tendencia ya en marcha: consolidar múltiples formas de contacto en un solo entorno. Pero la integración técnica, por sí sola, no garantiza continuidad ni eficiencia.
Según datos de Zendesk, el 70% de los consumidores espera que las marcas compartan la información entre canales sin tener que repetirla. La orquestación de flujos ya no es solo una cuestión de eficiencia operativa: es una exigencia del cliente digital.
“Avanzar hacia la omnicanalidad es más que sumar canales; la oportunidad real está en diseñar interacciones coherentes, donde el cliente no perciba los saltos entre plataformas y el historial esté siempre disponible,” explica Mauricio Godoy, VP de Operaciones en Sixbell CX”.
“Lo que marca la diferencia es cómo se priorizan las interacciones de alto valor, y ahí es donde acompañamos a las organizaciones a evolucionar de la integración técnica a la orquestación estratégica”.
2. Confianza como diferencial, no como accesorio
La seguridad ya no es un aspecto técnico: es un elemento central de la experiencia del cliente. En mercados como el latinoamericano donde, según la consultora Fortinet, México y Brasil lideran los intentos de fraude por ingeniería social en la región, interactuar con perfiles verificados y protegidos es un imperativo.
WhatsApp Business Calling permite que las llamadas provengan de cuentas empresariales autenticadas, lo que representa un avance importante en percepción de seguridad.
“La legitimidad del canal importa tanto como la agilidad. Hoy, un cliente puede colgar si no reconoce el número que lo llama, pero si recibe una llamada desde un perfil verificado de WhatsApp, hay confianza desde el primer segundo”, señala Godoy. “Eso cambia el tipo de conversación que puedes tener. La confianza no debe ser una promesa de marca: es una garantía operacional.”
3. Escalabilidad real, no promesa vacía
El salto de la mensajería al canal de voz abre nuevas posibilidades… y nuevos riesgos. Una cosa es ofrecer llamadas; otra, poder atenderlas. Muchos centros de contacto no cuentan con la capacidad operativa, tecnológica ni humana para absorber un incremento masivo de interacciones por voz sin comprometer los niveles de servicio. Sin una arquitectura de priorización y distribución inteligente, lo que comienza como una ventaja puede convertirse rápidamente en un cuello de botella.
“Para que las llamadas sean una solución real para el cliente, es fundamental alinear esta nueva funcionalidad con la capacidad de respuesta del equipo. Una buena implementación genera valor; una sin planificación puede crear cuellos de botella”, advierte Godoy. “Por eso nuestra recomendación es que la adopción de nuevos canales vaya de la mano de un rediseño operativo que asegure una experiencia positiva.”
4. Experiencia contextual, no control ilusorio
Se suele afirmar que el cliente “toma el control” cuando puede elegir cómo y cuándo comunicarse con una marca. Pero el verdadero poder no está en tener más opciones, sino en que esas opciones tengan sentido en cada momento. WhatsApp Business Calling permite cambiar de texto a llamada sin salir del entorno conversacional, pero eso no significa que todas las llamadas mejoren la experiencia. Si no hay contexto, si la conversación no se adapta al momento, el canal pierde su valor.
“La flexibilidad de cambiar de canal es valiosa, y lo es aún más cuando se enmarca en un buen diseño de experiencia”, subraya Godoy. “En sectores como salud o telecomunicaciones, guiar al cliente hacia el canal correcto en el momento adecuado se traduce en precisión, eficiencia y claridad para ambas partes.” Mapear ese journey, identificar los puntos de fricción y activar la vía más adecuada según la necesidad deben ser mandatorios advierte el experto. “El objetivo final no es solo dar más opciones de control, sino diseñar junto al cliente experiencias que tengan sentido y resuelvan sus necesidades de forma eficaz,” concluyó.
La evolución de WhatsApp hacia funcionalidades de voz es un reflejo del cambio en los hábitos de consumo digital en América Latina. Pero lo que determine su impacto no será la novedad de la función, sino la madurez de las organizaciones para integrarla estratégicamente. Las empresas que diseñen sistemas de atención con visión omnicanal y capacidad de adaptación serán las que conviertan esta oportunidad en una ventaja competitiva real.