● En tres años del gobierno Petro se dejaron de vender 206.161 viviendas.
● En 2026, el presupuesto para subsidios de vivienda sería menos de la mitad del 2024.
● Durante este gobierno la inversión de los hogares en vivienda formal se desplomó en $60 billones, equivalente al 3,4% del PIB del último año.
El sector de las edificaciones atraviesa su peor momento en años: lleva ocho trimestres seguidos de caída, con una reducción del 9,7% en su valor agregado durante el segundo trimestre de 2025.
Completados 3 años del actual gobierno, la Concejal de Bogotá por el Centro Democrático, Sandra Forero Ramírez, presenta un balance sobre el deterioro del sector. Entre agosto de 2022 y septiembre de 2025, 206.161 hogares no lograron acceder a una casa propia, el equivalente a 577.251 personas. Esto derivó en que se dejara de hacer una inversión en vivienda por parte de los hogares, de $60 billones, lo que representa el 3,4 % del PIB.
“En tres años se dejaron de lanzar más de 271.000 viviendas. Esto disparó el costo de los arriendos, aumentó la construcción informal y debilitó la planeación urbana, ya que las ciudades perdieron la posibilidad de contar con 234 hectáreas de parques y 96 hectáreas de equipamientos urbanos. En otras palabras: menos familias con techo propio, más precariedad habitacional, y eso sin contar, con el menor recaudo por impuestos que le deja a las ciudades la construcción formal”, destacó la Concejal.
Las medidas cargadas de ideología del Gobierno Nacional aceleraron el deterioro del sector. Primero, los criterios de asignación de subsidios de Mi Casa Ya fueron alterados, rompiendo la previsibilidad del programa y enviando señales de incertidumbre al mercado. Además, mientras en 2022 más de 67.000 familias fueron beneficiadas con subsidios de vivienda, en 2025 apenas 7.500 hogares han recibido apoyo.
El panorama es aún más crítico si se tiene en cuenta que el Plan Nacional de Desarrollo redujo la meta de subsidios para vivienda nueva a solo 50.000 por año, una meta que no se cumplió. A esto se suma que el Gobierno justificó el debilitamiento de Mi Casa Ya argumentando que priorizaría el mejoramiento de vivienda; sin embargo, esas metas también están lejos de alcanzarse.
Bajo el rótulo de “sostenibilidad”, se trasladaron responsabilidades a entidades territoriales, muchas de ellas sin capacidades técnicas, lo que implica, no solo más trámites, sino también menos vivienda sostenible y mayor riesgo de corrupción. También abrieron la puerta a la manipulación de la selección de proyectos y beneficiarios, restando libertad de elección a los hogares y limitando la participación empresarial, lo que facilitará la politización de los recursos.
En tres años de este gobierno, el presupuesto de vivienda pasó de $4,3 billones en 2024 a $2,7 billones en 2025. En contraste, según Fedesarrollo, los recursos destinados a la burocracia aumentarán en $10 billones este año. Para 2026, la proyección es aún más crítica: apenas $1,7 billones para subsidiar el techo de los colombianos.
El camino hacia el futuro
La concejal Forero propone una ruta de 11 puntos para devolverle la vivienda a los colombianos y recuperar la confianza: i) revivir Mi Casa Ya, ii) impulsar la profundización financiera y la reducción del costo crediticio a través de mecanismos de garantía, iii) fortalecer los mecanismos de ahorro para la vivienda, iv) revivir y fortalecer los programas de arriendo como escalón hacia la propiedad, v) Impulsar los proyectos en renta especializada contemplando beneficios tributarios vi) fortalecer los instrumentos de apoyo nacional para mejorar el ordenamiento, vii) poner en marcha un Plan Nacional de Equipamientos para garantizar ciudades de calidad, viii) Implementar una estrategia integral de urbanismo seguro, ix) revivir y proteger los beneficios tributarios para la producción de vivienda formal, x) fortalecer la seguridad jurídica, incluyendo el blindaje al modelo fiduciario, xi) profundizar las estrategias de racionalización y simplificación de trámites.
“El próximo gobierno tiene la responsabilidad de reconstruir lo que este destruyó: la confianza, la vivienda formal y la esperanza de miles de hogares. Y eso solo será posible si trabaja de la mano con los empresarios, devolviendo a Colombia una política de vivienda seria, estable y con visión de país.” concluyó Forero.