- De cara a la próxima Cumbre UE–CELAC, Ayuda en Acción hace un llamado para que los acuerdos birregionales consoliden una alianza sostenible y equitativa entre Europa y América Latina, centrada en la inclusión y bienestar de las personas.
- La organización destaca la importancia de empoderar a la juventud mediante su formación y participación activa en los procesos de transición energética, digital y ambiental, garantizando así un cambio justo e inclusivo en un contexto demográfico y laboral en transformación.
- Este llamado se enmarca en un contexto geopolítico particularmente complejo, caracterizado por la reducción histórica de la ayuda al desarrollo, fragmentación entre agencias europeas y una creciente percepción de escepticismo sobre los avances de la relación entre la UE y la CELAC.
Con motivo de la Cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), Ayuda en Acción hace un llamado para que los acuerdos birregionales fortalezcan una alianza sostenible, equitativa e inclusiva, poniendo a las personas —y especialmente a la juventud— en el centro de la transición verde, digital y social.
En un contexto geopolítico marcado por la reducción histórica de la Asistencia Oficial al Desarrollo (AOD) -estimada por la OCDE entre el 9% y el 17%-, y por el retiro de algunos cooperantes tradicionales en la región, Ayuda en Acción subraya la urgencia de reimpulsar la cooperación entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), con el apoyo y la participación de la sociedad civil, el sector privado y organizaciones que impulsen una triple transición en la región.
Con 44 años de trayectoria liderando procesos de cambio, inclusión y desarrollo en América Latina y el Caribe, Ayuda en Acción reafirma la importancia de que este encuentro birregional se traduzca en una alianza real basada en la sostenibilidad, la equidad y el beneficio mutuo. En un escenario de desafíos globales e internos persistentes, resulta esencial que las inversiones en la región lleguen efectivamente a la ciudadanía latinoamericana y, en particular, a los colectivos más vulnerables y a la juventud, protagonistas del futuro social y económico.
La Cumbre representa, en este sentido, una oportunidad clave para situar a los jóvenes en el centro del diálogo internacional. Los datos lo confirman: el 31% de las personas entre 15 y 19 años en la región vive en situación de pobreza, el 8,5% en pobreza extrema y uno de cada cuatro jóvenes entre 18 y 24 años ni estudia ni trabaja. Además, según un estudio conjunto de la CEPAL y Ayuda en Acción, para el año 2030, el 70% de esta población estará empleada en el sector servicios, lo que refuerza la urgencia de impulsar políticas activas de educación, formación técnica y la empleabilidad que respondan a los nuevos retos del mercado laboral.
“La cooperación europea debe situar a las personas en el centro de la agenda. Sólo así la relación birregional podrá generar un desarrollo más justo, estable y duradero”, señaló Diana Quimbay Valencia, Directora de Ayuda en Acción Colombia y participante en el Foro de la Sociedad Civil de la Cumbre.
Para generar un entorno de desarrollo inclusivo para la juventud, la organización insiste en que las oportunidades deben surgir de una cooperación internacional comprometida con la educación equitativa y la eliminación de las barreras económicas y sociales que aún persisten. Ello requiere fomentar procesos de formación continua y facilitar alianzas público-privadas que garanticen transiciones educativas y laborales justas y sostenibles.
Global Gateway: la importancia de que las inversiones lleguen a la sociedad
Del mismo modo, Ayuda en Acción resalta que las inversiones europeas canalizadas a través de iniciativas como Global Gateway, deben venir acompañadas de compromisos concretos para crear oportunidades, fortalecer capacidades locales y reducir las desigualdades territoriales y sociales. “Para generar beneficios reales, las inversiones en los sectores clave para la estrategia Global Gateway -digitalización, clima y energía, transporte, salud y educación-, deben estar respaldados por acciones con las comunidades vulnerables, con un enfoque inclusivo, transparente y participativo, y con un énfasis en la juventud, de modo que puedan afrontar los desafíos del siglo XXI”, agregó Quimbay Valencia.
La urgencia de implementar estas medidas se acentúa en un contexto donde la cooperación internacional vive una profunda transformación, marcada por la retirada de agencias tradicionales como USAID y la creciente influencia de nuevos actores globales, como China, hoy consolidada actor estratégico en comercio e inversión. Este escenario exige que la UE desempeñe un papel más activo y estratégico en la región, ampliando su impacto desde la estrategia Global Gateway, que ya moviliza más de 150 empresas europeas e inversiones superiores a los 306 mil millones de euros, con proyecciones que alcanzan los 400 mil millones para 2027.
Sin embargo, para Ayuda en Acción, el verdadero éxito de esta estrategia depende de la participación de la sociedad civil. “Para que la inversión europea tenga un impacto real que contribuya al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es fundamental involucrar a las organizaciones locales, los sindicatos y las entidades comunitarias. Sólo mediante una escucha activa y la visibilización de sus realidades será posible construir proyectos que generen desarrollo económico y social equitativo y sostenible”, concluyó Quimbay.
Siendo así, la visión que Ayuda en Acción propone para esta Cumbre apunta a fortalecer la relación birregional desde un enfoque compartido, inclusivo y estratégico, reafirmando su compromiso como agente de desarrollo en la construcción de un futuro más justo, resiliente y próspero para Europa, América Latina y el Caribe.