Asocolflores recibió su tercer reconocimiento consecutivo, en menos de dos años, por promover el uso eficiente del agua y fortalecer la biodiversidad en los cultivos de flores de exportación en Colombia.
Nuestro proyecto reconocido en el día de hoy nace de una visión clara: avanzar hacia una agricultura positiva, capaz de regenerar los ecosistemas y no solo de mitigarlos. La floricultura colombiana lleva más de 30 años demostrando que la sostenibilidad es un pilar estratégico, y trabajamos sin descanso por evolucionar permanentemente hacia modelos de producción que restauran, protegen y crean valor ambiental”, aseguró Augusto Solano, presidente de Asocolflores.
Integrar infraestructura productiva de alta tecnificación con procesos de regeneración ambiental ha sido uno de los principales retos del sector floricultor colombiano. Adaptar sistemas de riego, invertir en tecnologías, destinar áreas a conservación, restaurar suelos y fortalecer la ciencia aplicada requiere tiempo, recursos y un cambio cultural profundo.
Sin embargo, para Asocolflores asumir este desafío ha permitido consolidar un modelo que integra producción eficiente, cuidado del agua y restauración de los ecosistemas, posicionando al sector como referente de sostenibilidad en la floricultura de exportación.
El proyecto ha logrado resultados contundentes. Hoy, el 60% del agua utilizada en los cultivos proviene de captación de lluvia almacenada en reservorios, el 95% de las fincas cuenta con sistemas de riego eficiente tipo goteo, y más del 90% implementa programas de uso racional y recirculación de aguas residuales. Estas acciones permiten optimizar el recurso hídrico, reducir la presión sobre fuentes subterráneas y superficiales, y cerrar el ciclo de aprovechamiento dentro de las fincas.
Por otra parte, el estudio “Las Aves de las Flores” identificó 158 especies de aves, incluyendo migratorias y algunas en categoría de amenaza. Entre ellas, la Tingua Moteada, especie anteriormente amenazada, la cual hoy es el símbolo de la floricultura nacional, mostrando cómo los cultivos funcionan como refugios de biodiversidad y nodos de conservación que armonizan la producción con la protección de los ecosistemas.
“En Asocolflores, velar por la seguridad hídrica para el bienestar del país y sus comunidades, preservando los hábitats naturales, es una preocupación constante. Somos conscientes de que sin agua no hay cultivos ni desarrollo económico y social, por lo que consideramos al agua como el mejor aliado del sector”, afirmó Daniela España, directora de sostenibilidad de Asocolflores.
En el mismo sentido, se ha avanzado en la restauración activa de corredores biológicos y áreas de conservación dentro y fuera de las fincas, apoyado por 16 bancos de propagación de especies nativas que abastecen procesos de reforestación y regeneración ecológica. Más de 55.000 árboles han sido sembrados en zonas estratégicas, consolidando paisajes resilientes y biodiversos.
Este reconocimiento Xposible 2025 se suma a los obtenidos en menos de dos años por Asocolflores, incluyendo el “Reconocimiento Empresarial por la Conservación, Restauración y Protección de Ecosistemas de Páramos y Protección del Agua” del Congreso de la República y el premio “Britcham Lazos a la Sostenibilidad”.
Para el sector floricultor colombiano, estos galardones reflejan que la sostenibilidad no es solo un compromiso, sino una estrategia que transforma territorios, fortalece comunidades y genera competitividad. Como lo asegura Augusto Solano, presidente de Asocolflores, “La recomendación es comenzar con medición rigurosa, ciencia, innovación y alianzas estratégicas. Cada acción cuenta: un reservorio que se convierte en hábitat, un árbol sembrado que restaura un corredor, una especie que regresa al paisaje productivo. Ese es el verdadero impacto”.