Bre-B: La otra cara de la moneda que Colombia apenas empieza a descubrir
Por Camilo Arango, Líder de expansión de Minka.
Cuando se habla de Bre-B, y sistemas de pagos inmediatos en América Latina, la narrativa se ha concentrado, con razón y fundamentos, en las transformaciones que estos modelos generan en las sociedades: más inclusión financiera, menos efectivo, transacciones instantáneas sin costo, entre otros. Sin embargo, hay una segunda dimensión de estas transformaciones que apenas comienzan a tomar forma y es importante resaltarla, el valor que los pagos en tiempo real pueden generar para el sector empresarial y para las propias entidades financieras.
No se trata de una narrativa complementaria. Es una oportunidad de negocio real, concreta y masiva que está emergiendo justo ahora. UPI en la India ya procesa más de 16 mil millones de transacciones mensuales, donde casi la mitad son pagos a comercios. SINPE en Costa Rica moviliza el 40% del PIB. Transfer365 en El Salvador transformó su economía digital y ahora quieren incluirlo en el sector transporte.
El patrón es claro, cuando un sistema de pagos se deja de ver como una carretera con peaje y se empieza a ver como la base para generar valor de manera transversal en todos los niveles del sistema financiero, ahí empieza el verdadero juego. Y es que durante décadas, los sistemas de pago fueron vistos como infraestructura transaccional. Carreteras con peaje donde cada operación generaba una comisión. Ese modelo ya no es suficiente.
Los pagos en tiempo real y los nuevos protocolos de comunicación financiera obligan a replantear la ecuación, el valor no está en cobrar por mover dinero, sino en construir servicios sobre esa capacidad de moverlo instantáneamente con modelos de banca como servicio, créditos embebidos, ecosistemas B2B, flujos de cobranza masivos y simplificados, nuevos botones de pago, etcétera.
Cobranzas y grandes facturadores: el cambio de juego
Servicios públicos, telecomunicaciones, seguros, universidades, plataformas digitales. Miles de empresas en Colombia facturan millones de transacciones cada mes. Hoy, esos cobros pasan por procesos complejos, botones de pago, pasarelas de pago con fricciones, tiempos de confirmación de horas o días, pagos con tarjetas de crédito y/o débito.
Bre-B simplifica todo eso a un solo clic. Tasas de conversión que aumentan al eliminar pasos en el checkout, confirmación inmediata que reduce abandono y mejora experiencia de usuario, conciliación automática que elimina equipos enteros dedicados a cuadrar pagos, reducción de costos operativos al consolidar múltiples medios de pago, entre otros. Para un gran facturador, esto representa millones en eficiencia operativa y captura de ingresos.
Las empresas mueven billones en pagos a proveedores, nóminas, anticipos. Bre-B convierte esos flujos en oportunidades, mientras el mercado B2B de pagos inmediatos en Colombia está en su infancia. Los bancos que desarrollen productos especializados tienen frente a sí un mercado virgen de billones de pesos.
La transformación económica real viene de ambos frentes: democratizar el acceso para las personas, y habilitar eficiencia, liquidez y nuevos modelos para empresas y bancos. Bre-B es la base, lo que logremos construir sobre esta definirá el futuro de nuestro sistema financiero.
