Acción Fiduciaria anunció que, a través del programa Crecer, un proyecto forestal, permitirá que pequeños, medianos y grandes inversionistas sean propietarios de un área de 21.000 m² de árboles con la adquisición de participaciones fiduciarias.
El proyecto contempla la siembra de 10.000 m² de bosques maderables plantados (algunos ya cuentan con 9 años de crecimiento y están listos para ser aprovechados como materia prima) y 11.000 m² de bosques de conservación en un terreno ubicado en el municipio de Puerto Gaitán, departamento del Meta.
“Colombia tiene un potencial agrícola enorme, pero está muy lejos de tener un agro industrializado, salvo unas pocas industrias como la caña de azúcar o el café. Por ello, se requiere de mecanismos como la fiducia para lograr que el inversionista de a pie pueda invertir en activos que generan buena rentabilidad y, a la vez, contribuyen al medioambiente”, afirmó Pablo Trujillo, presidente de la Junta Directiva de Acción Fiduciaria.
Por otro lado, Mauricio Rodríguez Castro, CEO de Ecologic SAS, operador del proyecto Crecer, señala que cualquier persona puede vincularse a través de una inversión desde $24.328.000 millones de pesos.
“Esta inversión le confiere al inversionista un porcentaje del proyecto que equivale a 1 hectárea de tierra sembrada y 1,1 hectáreas de bosque natural, es decir, tanto la madera producida como los bonos de carbono a los que se tenga derecho”, precisó Rodríguez.
La deforestación arrasó con más de 150.000 hectáreas de bosque (incluyendo áreas protegidas) solo en 2019, según las cifras anuales más recientes del Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono del IDEAM.
Según la entidad, este proyecto ha encontrado en el esquema fiduciario la mejor manera de vincular a un amplio número de inversionistas de forma transparente, que asegura el dinero invertido ya que es administrado por una entidad confiable vigilada por la Superintendencia Financiera de Colombia.
“Crecer funciona a través de un fideicomiso, donde Acción Fiducaria tiene la titularidad de las tierras y los bosques allí plantados. Para el inversionista, esto significa que su propiedad está en manos de un vehículo que asegura el manejo eficiente y confiable de sus dineros y el de otros inversionistas”, puntualizó Pablo Trujillo.