El mercado laboral colombiano atraviesa uno de sus momentos más dinámicos, según el DANE, en junio y julio de 2025 la tasa de desempleo se ubicó entre 8,6 % y 8,8 %, niveles que no se veían desde hace más de veinte años. Sumado a esto, la ocupación alcanzó un promedio de 58,6 %, lo que refleja una mayor participación de los colombianos en el ámbito laboral. Bajo ese contexto de dinamismo, es clave entender y capitalizar las tendencias que están transformando el mercado laboral.
Automatización e inteligencia artificial: estas tecnologías ya están presentes en la contratación digital y la gestión de talento, optimizando procesos y reduciendo tiempos. La oportunidad para las empresas está en usarlas para ser más eficientes, liberar capacidad y enfocarse en la experiencia del colaborador en el desarrollo de nuevas habilidades.
Relevo generacional: con la llegada de la generación Z, las exigencias cambian y la flexibilidad, el propósito y el bienestar integral se convierten en prioridades. Para las compañías, esto implica repensar sus modelos de atracción y retención, y abrir espacio a esquemas híbridos y propuestas de valor más personalizadas.
Globalización y trabajo remoto: actualmente, los profesionales colombianos pueden vincularse a proyectos internacionales sin salir del país. Esto representa una oportunidad para que las empresas locales eleven su estándar de competitividad y ofrezcan experiencias laborales que compitan con las de organizaciones extranjeras.
Sostenibilidad y responsabilidad social: la transición hacia energías limpias y prácticas empresariales responsables impulsa nuevas industrias y empleos. Para los empleadores, la apuesta está en integrar la sostenibilidad a su estrategia de negocio como factor diferenciador frente a colaboradores y clientes.
Nuevos marcos normativos: las reformas laborales en teletrabajo, seguridad social y beneficios buscan equilibrar las necesidades de empresas y trabajadores. Aunque plantean retos de cumplimiento, también ofrecen la oportunidad de fortalecer la formalización y construir relaciones laborales más estables.
De todas estas transformaciones surgen tendencias clave. El trabajo híbrido se consolida como la principal exigencia de los profesionales, la digitalización de los procesos de recursos humanos agiliza la gestión y mejora la experiencia de los candidatos y empleados, y la personalización de la experiencia laboral, con desarrollo profesional, inclusión y salud mental como pilares.
En este nuevo escenario, las competencias que marcarán la diferencia van más allá de lo técnico. Si bien es cierto, incrementará la demanda por perfiles con conocimientos en programación, analítica de datos, machine learning y ciberseguridad, también será determinante contar con habilidades como la adaptabilidad, el aprendizaje continuo, el pensamiento crítico y la comunicación efectiva.
En conjunto, estas dinámicas muestran que Colombia se enfrenta a un mercado laboral en constante evolución, donde la clave para las organizaciones será adaptarse con rapidez y poner a las personas en el centro de sus decisiones. Las empresas que logren integrar tecnología, flexibilidad y bienestar estarán mejor preparadas para atraer y retener talento y para impulsar un desarrollo sostenible en el país.