La industria de la moda, una de las más grandes a nivel mundial, también es una de las más contaminantes. Cada año se producen más de 100.000 millones de prendas, de las cuales 92 millones de toneladas terminan en vertederos, y solo el 13% se recicla, según datos del informe Pulse of the Fashion Industry. En Colombia, la situación también es crítica: la industria textil genera más de 200.000 toneladas de residuos anuales y representa aproximadamente el 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero del país.
Frente a esta realidad, Centro Chía da un paso al frente inaugurando el Primer Contenedor de recolección de ropa usada en el municipio de Chía, como parte del proyecto Renovamoda, impulsado por la CAR Cundinamarca, la Cooperación Alemana GIZ y la ANDI. Esta acción representa un hito local en la implementación de estrategias de economía circular enfocadas en el sector textil.
Desde el pasado 31 de mayo, los ciudadanos pueden llevar prendas en buen estado (exceptuando ropa interior y vestidos de baño) al nuevo punto ubicado dentro del centro comercial. Estas serán gestionadas por la empresa Recupera CO, que se encargará del acopio, clasificación, limpieza y posterior entrega para su reutilización o reciclaje, evitando que terminen en rellenos sanitarios o fuentes hídricas.
Este contenedor hace parte del Pacto por la Economía Circular en el Sector Textil del Territorio CAR, una alianza que busca transformar un modelo de producción altamente contaminante en una red de valor regenerativa, con la participación activa del sector empresarial, institucional y comunitario.
Con esta iniciativa, Centro Chía refuerza su compromiso con la sostenibilidad, sumando este proyecto a otras acciones ambientales ya en marcha:
En 2024, el 47% de los residuos generados en el centro comercial fueron aprovechados.
- Se han compostado más de 469 toneladas de residuos orgánicos.
- Se han recuperado 125 toneladas de reciclables junto a aliados como PRODENSA.
- Se han sembrado más de 300 árboles, principalmente nativos, fortaleciendo la biodiversidad del parque.
“Este es solo el comienzo de un cambio necesario. Invitamos a toda la comunidad a ser parte de esta transformación, dando una nueva vida a las prendas que ya no usan y reduciendo su huella ambiental”, afirmó la administración del centro comercial.
Centro Chía demuestra que un centro comercial puede ser mucho más que un espacio de comercio: también puede liderar acciones de impacto ambiental y social sostenibles.