La renuncia silenciosa es un fenómeno que se ha presentado recientemente en el mundo laboral y que no implica una desvinculación del empleado a nivel contractual, pero sí una desconexión del compromiso con la cultura organizacional de la empresa.
Este nuevo fenómeno empezó como una tendencia en redes sociales, inicialmente en la plataforma Tiktok, en donde se evidencian más de quince millones de videos y reacciones con el hashtag #QuietQuitting (renuncia silenciosa). Con esta etiqueta, profesionales de todo el mundo comparten perspectivas sobre el balance entre vida laboral y personal, así como, la importancia de las condiciones laborales.
De acuerdo con Diego Quijano, CEO de BDO en Colombia, firma experta en consultoría que cuenta con más de 800 colaboradores en el país, este término se refiere a cuando una persona empieza a cortar los lazos o las relaciones contractuales y laborales con su empleador y esto desemboca no en una renuncia activa, sino en una renuncia pasiva. “Cuando hablamos de renuncia silenciosa la persona se mantiene en el trabajo, de una manera oculta, no sobresale por las actividades que desarrolla y no hay motivaciones del empleado por el cumplimiento de objetivos”, afirma Quijano.
El último informe sobre Riesgos Globales 2021 del Foro Económico Mundial, da a conocer que el 80% de los trabajadores jóvenes en todo el mundo enfrentan una vulnerabilidad significativa a la depresión, la ansiedad y la desilusión, posicionando a este último como un factor que entra en octavo lugar en la lista de los mayores riesgos en el ámbito laboral.
Para Diego Quijano, de BDO en Colombia, uno de los principales detonantes que propician la renuncia silenciosa es la rigidez organizacional al tener como base el tema generacional. “Este fenómeno está más relacionado con la generación Z. Hablamos de personas y trabajadores jóvenes que buscan más flexibilidad; es decir, un ambiente laboral rígido propicia renuncia silenciosa, un contexto de trabajo que afecte el bienestar y la calidad de vida del talento termina en este nuevo fenómeno y así mismo, un lugar que no escuche las expectativas de las nuevas generaciones abre la posibilidad también para la renuncia silenciosa”, afirma.
Según el Reporte del Índice de Tendencias Laborales 2022 de Microsoft, se estima que alrededor del 54% de las personas están dispuestas a cambiar de trabajo de manera inmediata, lo que para Diego Quijano significa que los empleadores están en la obligación de atender de manera prioritaria las expectativas del talento humano para así mitigar riesgos como la renuncia silenciosa.
Diego Quijano asegura que dentro de la firma BDO en Colombia se llevan a cabo acciones con propósito y empáticas con el talento. “Implementamos medidas como el viernes flex, que busca no solo calidad de vida, sino también que por medio de una reducción de la jornada laboral se incremente la productividad. Otra es ser ‘pet friendly’, está demostrado que tener tu mascota cerca, reduce el estrés y no manejar adecuadamente este factor, es un desencadenante de la renuncia silenciosa”, señala.
Al respecto, Quijano brinda cuatro claves para las empresas con el objetivo de prevenir la renuncia silenciosa:
- Lo primero es el fortalecimiento del liderazgo, que sea motivacional y empático. Es decir, que las organizaciones entiendan cuales son las necesidades y expectativas de su talento, particularmente del más joven.
- En segunda medida, abrir canales de comunicaciones permanentes y novedosos que permitan que las personas se acerquen a levantar la mano y compartir sus expectativas alrededor del trabajo.
- Como tercera medida, promover ambientes de calidad de vida y bienestar personal y profesional es muy importante.
- Y finalmente, brindar un clima organizacional que se adapte al cambio. No podemos mantener climas organizacionales como los tenían los baby boomers y la generación x, pues los millenials y la generación Z están buscando un clima laboral diferente.
Así mismo, Quijano manda un mensaje a los jóvenes profesionales y es a expresarse y a mantener apertura en la comunicación. “Los profesionales deben hablar, manifestar sus expectativas, eso ayuda a las organizaciones a ser mejores. La renuncia silenciosa es precisamente silenciosa porque las personas no exponen su inconformidad», apunta.