Por: Daniel Alberto Castro. Gerente de operaciones de Urbanistika
Comprar vivienda es una de las mejores inversiones que pueden hacer los colombianos para asegurar su patrimonio. Hoy en día, 1 de cada 8 pesos de inversión que se hace en el país, se destinan a la vivienda nueva, y pese a la pandemia, este año ha sido considerado como el momento histórico para adquirir casa a tasas bajas, mayores plazos, cuotas fijas y con herramientas como la refinanciación.
La reactivación económica del sector de la construcción, siendo este uno de los más importantes del país, va mejor de lo imaginado, sobre todo cuando se trata de la compra de vivienda de interés social (VIS), solamente en el mes de agosto alcanzó el récord histórico de 15.452 unidades vendidas. Dato superior en comparación con el año pasado.
No cabe dudas que los números de la compra de vivienda nueva en Colombia cada vez son mejores, pero lo realmente significativo de este boom es que los jóvenes colombianos si están comprando casa. Contrario a las ideas estereotipadas sobre los gustos de los jóvenes, las cifras demuestran que estos sí se sienten atraídos por adquirir vivienda y, sobre todo, saben aprovechar los beneficios de diferentes programas, lo cual se sustenta con las cifras del Gobierno, donde se confirma que el 41% de los subsidios fueron solicitados por personas entre 18 y 28 años.
En ese sentido es importante entender que Colombia depende de la construcción y la construcción depende de las empresas constructoras, el sector es una gran parte de nuestro producto interno bruto y desde que haya garantías políticas y de seguridad para el sector privado, la construcción ocurrirá y más ahora en momentos en que todos debemos aportar en los procesos de reactivación económica del país y del planeta.
Desde mi experiencia, lanzar proyectos de acuerdo con las expectativas y generando diferenciadores para que la gente esté dispuesta comprar es el compromiso que tenemos como constructores. Para ello existen modelos como apostarle a la construcción de vivienda a precio tope de VIS, lo mejor ubicados posible y con sello de calidad. Una de las estrategias clave para conseguir ese “gana – gana” de todos los actores en la cadena de valor, es el que hemos implementado que consiste en conseguir lotes de extensiones importantes, que los propietarios del terreno estén dispuestos a aportar en una fiducia y quedar como socios del proyecto. Con este modelo hemos logrado trabajar con flujo de caja, en vez de congelarlo en la compra de predios. Así mismo, permite a los aportantes recibir un pago al final de las ventas mucho más alto que el que hubieran recibido por un pago de contado por su tierra y a su vez, los compradores finales reciben un inmueble de muy buenas características y a buen precio.
En síntesis, ya sea con el objetivo de encontrar un lugar para vivir tranquilamente o para invertir, comprar casa dejó de ser imposible a ser una certeza y podemos decir que, a 30 años del derecho a la vivienda digna, 2021 se está convirtiendo en un año histórico para el sector de la construcción, y un buen momento para que los jóvenes compren vivienda.