A pesar de los avances en transformación digital y cultura organizacional, Colombia sigue rezagada en innovación. Según el Global Innovation Index 2024, el país ocupa el puesto 61 entre 133 economías, detrás de Brasil (50), Chile (51) y México (56). Estos resultados evidencian la necesidad de fortalecer políticas públicas que impulsen la innovación.
Lo anterior, toda vez que el impulso de una cultura organizacional más innovadora no solo mejora la competitividad empresarial, sino que también impacta directamente en el bienestar de los equipos. De acuerdo con la encuesta Work in Progress 2025, realizada por Buk, software de gestión de talento, y que recopiló la opinión de más de 5.000 personas en Colombia, Chile, México y Perú, el 65 % de quienes trabajan en empresas innovadoras afirma estar feliz en su empleo, mientras que esa cifra cae al 32 % entre quienes no perciben un entorno creativo.
Además, la innovación va de la mano con el aprendizaje continuo, debido a que en las organizaciones que la fomentan el 85 % de los colaboradores actualiza constantemente sus habilidades, frente al 62 % en aquellas donde este enfoque no es una prioridad.
“Con estos hallazgos queda claro que el vínculo entre innovación, bienestar y competitividad es fundamental. Cuando las personas se sienten escuchadas y tienen espacio para crear, las empresas crecen con ellas. Hoy más que nunca, necesitamos entornos laborales donde la creatividad se valore, se escuche y se traduzca en acción. Esto ayudará a crear lugares de trabajo más felices”, señala Gabriela Durán, Country Manager de Buk en Colombia.
Cuatro pilares para construir una cultura organizacional creativa
Con base en los hallazgos del estudio, Buk propone cuatro pilares clave para fortalecer la innovación dentro de las organizaciones:
- Fomentar un entorno de seguridad psicológica: espacios donde todas las personas puedan compartir ideas sin miedo al juicio o la penalización.
- Destinar tiempo y recursos a la innovación: habilitar momentos específicos para la exploración y la experimentación, sin castigar el error.
- Formar y reconocer al talento creativo: invertir en habilidades de innovación y visibilizar públicamente las ideas transformadoras.
- Liderar con el ejemplo: los líderes deben actuar como facilitadores, demostrando apertura, flexibilidad y disposición al cambio.
En un mundo laboral cada vez más dinámico, la innovación no puede seguir siendo una promesa, debe convertirse en una práctica cotidiana.