Hola a todos, mi nombre es Zuly Matallana y los saludo con mucho cariño desde Canadá.
Soy periodista de formación y, aunque la vida me ha llevado por diferentes caminos, siempre supe que escribir, comunicar e inspirar eran parte de mi esencia. Hoy tengo el privilegio de retomar ese camino como columnista de La Nota Económica, un espacio que valoro profundamente por su compromiso con el pensamiento crítico, el análisis y el crecimiento empresarial.
Llegué a Canadá hace varios años con la ilusión de abrirme camino en un país nuevo, sin contactos, sin red de apoyo,pero con una maleta llena de sueños y una determinación inquebrantable. Como inmigrante, no fue fácil. Cada paso implicó adaptarse, desaprender y volver a construir. Con el tiempo, tuve la oportunidad de trabajar en grandes compañías como Esprida Corporation, una firma tecnológica donde comencé a entender cómo la innovación puede ser motor de cambio. Luego pasé a Scotiabank, una de las instituciones financieras más grandes del país, y más adelante a PricewaterhouseCoopers (PwC), donde fortalecí mi visión de negocio y mi compromiso con la excelencia.
Aunque estaba agradecida por todo lo aprendido, sentía que algo dentro de mí pedía más. No más éxito externo, sino más propósito. Más impacto real. Así fue como decidí emprender. No fue una decisión fácil. Emprender, siendo inmigrante y mujer, es nadar contracorriente. Pero decidí hacerlo porque creo profundamente en la posibilidad de transformar vidas a través de las decisiones cotidianas. Mi empresa nació de una convicción: la salud y el bienestar no deben ser privilegio de pocos.
Creamos productos de cuidado personal limpios, efectivos y transparentes. Productos que respetan al cuerpo, a las familias y al planeta. Porque creo que la prevención empieza en casa. Y que la información es una forma poderosa de protección. Hoy, a través de esta columna, quiero abrir un espacio real de conversación. Quiero compartir no solo mis aprendizajes como emprendedora, sino también mis errores, mis dudas, mis descubrimientos.
Quiero hablar de salud,de liderazgo, de decisiones conscientes. De las barreras que enfrentamos como inmigrantes y de las formas en que podemos convertir nuestras diferencias en fortalezas.
Esta columna será un puente. Entre culturas, entre experiencias, entre personas que quizás nunca se han sentido del todo representadas.
Será un espacio donde podamos reflexionar juntos sobre los desafíos de emprender, los cambios en el mercado, el papel de la mujer en los negocios, y el impacto que podemos tener cuando trabajamos con propósito. Creo que los emprendedores somos contadores de historias. Cada producto, cada servicio, cada decisión, cuenta una.
Y en un mundo saturado de información, las historias auténticas siguen siendo una de las herramientas más poderosas para conectar y generar confianza. Gracias por leerme. Gracias por darme la oportunidad de aportar desde mi voz y mi experiencia. Me encantaría que este no fuera un monólogo, sino un diálogo.
Así que los invito a escribirme, a compartir sus ideas, preguntas, inquietudes. Aquí estoy, dispuesta a conversar, a construir y a aprender juntos. Zuly Matallana – Emprendedora, periodista, inmigrante por elección y soñadora por convicción.