Por: Alejandro Cheyne, rector de la Universidad del Rosario.
Sin duda, la pandemia ha afectado las finanzas de las instituciones de educación superior (IES) privadas en Colombia. La incertidumbre ha obligado no solo a explorar nuevas alternativas para el mejor uso de recursos en el corto plazo, sino también a repensar el plan de inversiones a largo plazo. No existen sabios para el liderazgo educativo durante el Covid, todos estamos aprendiendo. Sin embargo, la experiencia adquirida durante el último año, sin duda, es motivo de reflexión para el fortalecimiento de la calidad de las IES en nuestro país.
Antes de la pandemia, ya existía una alerta relacionada con la estructura poblacional en Colombia que evidencia un decrecimiento de la población de jóvenes. Bajo este escenario, en el año 2018 la matrícula total en educación superior reflejó una disminución del 1,5 % con respecto al 2017. Resulta paradójico cómo, ante una necesidad tan grande por educación superior para todas las regiones del país, y con una cobertura del 52,76 % para el año 2018, la demanda real de quienes lo requieren y tienen con qué financiarlo, es decreciente.
Los ingresos de las familias colombianas han caído como resultado del Coronavirus y los jóvenes manifiestan como su principal problema la crisis económica (31%), de acuerdo con el estudio de percepción de jóvenes realizado por la Universidad del Rosario en 10 ciudades del país en el mes de noviembre del 2020. Por tanto, su efecto en las matrículas y en los presupuestos 2021 son muy complejos y su impacto económico se mantendrá como mínimo en los siguientes cinco años de las IES privadas.
Los ingresos de las instituciones de educación superior privadas mantienen una gran dependencia de las matrículas, la mayoría entre el 90 % y 100%. El sueño de lograr una diversificación de ingresos en el 2021 vía educación continuada, consultorías, donaciones, entre otros, parece aún más lejano después del impacto económico de esta segunda ola del coronavirus, y la incertidumbre ante un nuevo pico en los próximos meses en Colombia.
Por tanto, el presente año las finanzas dependerán del comportamiento de las matrículas en donde las IES privilegiadas serán aquellas con programas académicos diseñados de acuerdo con las necesidades del país, pero, muy especialmente, aquellas que hayan integrado innovación pedagógica acorde con las expectativas de los jóvenes.
Ante la caída en los ingresos de las IES privadas, la recomendación financiera sería una reducción en sus egresos aún mayor, al considerar la fragilidad de los pronósticos de crecimiento del PIB (que para el año 2020 presentó un decrecimiento de 6.8%), desempleo, entre otros. Evitar un deterioro en el EBITDA (beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) y en los márgenes tanto operativos como netos, podría inducir a la gestión universitaria a promover presupuestos con una variación de los egresos en ningún caso superior a la de los ingresos.
Afortunadamente, la respuesta ha sido diferente, el compromiso de las IES privadas con el sistema de aseguramiento de la calidad y el cumplimiento de la misión de formar proyectos de vida ha motivado la continuidad de los planes de desarrollo en atracción y formación docente, procesos de investigación, consolidación de la internacionalización, mayor acompañamiento psicopedagógico, innovación en los procesos de enseñanza – aprendizaje, entre muchos otros.
Ahora bien, teniendo en cuenta que los recursos estos años serán más limitados en medio de la incertidumbre, toma mayor importancia una planeación flexible por escenarios. Sin embargo, el proceso de toma de decisiones en la educación debe mantener su visión de largo plazo y nunca sacrificar la calidad académica.
La pandemia también ha demostrado al sector de la educación superior la importancia de consolidar los Fondos Endowment (fondos de inversión de largo plazo que se nutren en gran medida de la donación de dinero o bienes) de las universidades, como una reserva que se fortalece a sí misma gracias a sus rendimientos financieros, garantizando la sostenibilidad en el largo plazo.
Si bien ejemplos de universidades en Estados Unidos o el Reino Unido son referentes para todos nosotros, la realidad de cada IES es diferente, razón por la cual no puede existir un modelo general ni mucho menos un reglamento estándar para su operación. Sin embargo, el Endowment es una muy buena práctica en la gestión universitaria con la definición clara de uso siempre acorde con su proyecto misional garantizando su sostenibilidad.
La pregunta que se hacen las IES privadas está relacionada con la pertinencia de continuar con sus planes de inversión en infraestructura en medio del desafío Covid, es decir, si mantener el ritmo acelerado de construcción en los campus universitarios de los últimos años (las principales universidades del país tenían proyectos cada una entre 10 mil y 14 mil metros cuadrados para el 2020) o esperar al fin de la pandemia para reanudar la expansión de las instalaciones universitarias.
La respuesta de los lideres universitarios es continuar construyendo incluso a pesar de las dificultades (proyectos de infraestructura se paralizaron el año 2020 debido a la cuarentena nacional y se han reiniciado con restricciones) con el fin no solo de reducir el déficit de metros cuadrados por estudiante sino también de crear espacios innovadores que mejoren la experiencia universitaria de los jóvenes de acuerdo con su proyecto pedagógico con un Capex acorde a su flujo de caja, reservas financieras y capacidad de endeudamiento, siempre sujeto a un comportamiento proyectado del EBITDA que permita la atención holgada del servicio a la deuda.
Finalmente es importante destacar el esfuerzo que han realizado las universidades durante la pandemia con diferentes programas de becas y descuentos para las familias que lo requieren, gracias al uso de recursos propios y la gestión de donaciones con la participación generosa de sus egresados, colaboradores y aliados empresariales. Además, realizar un reconocimiento también a las IES que, a pesar de las restricciones financieras, han presentado diferentes proyectos para servir al país en la pandemia durante el 2020 – 2021.
Desde la realización de pruebas Covid gratuitas, propuestas de ventiladores mecánicos, investigaciones en medicina y ciencias de la salud hasta proyectos de reactivación económica entre muchas otras con la participación activa de sus investigadores, profesores y alumnos. Es el momento para demostrar una vez más la vocación de servicio de las instituciones de educación superior privadas a sus ciudades y regiones que tanto lo necesitan.