La poltrona Nuez Lounge BIO, creada por la arquitecta Patricia Urquiola para Andreu World y que cuenta con materiales que al sembrarse se convierten en abono natural, hace parte de un mercado inspirado en el buen gusto, la comodidad y el respeto por el medio ambiente.
Renovar los espacios interiores con objetos que, además de ser útiles y atractivos, buscan reducir los impactos negativos sobre el medio ambiente, la salud y el bienestar de las personas es una de las principales premisas del diseño sostenible, el mismo que ha llegado a Colombia para darle un giro al mercado y establecerse con propuestas cercanas y sofisticadas.
El país ha identificado esta oportunidad de negocio gracias a la experiencia de referentes mundiales como Europa, y de manera especial España, líder en el diseño de muebles sostenibles, y que con marcas como Andreu World le ha apostado a un concepto que, si bien se basa en la elegancia y el confort, pone en primer lugar el uso consciente de los recursos naturales, lo que ha llevado a esta firma a recibir premios internacionales como el Red Dot Design Award, Best of NeoCon, Wallpaper Awards, Good Design Australia y el Premio Nacional de Diseño, entre otros reconocimientos.
Sin duda esto va de la mano con el propósito de los cerca de 4.000 emprendimientos colombianos que, según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, dinamizan la economía nacional y generan empleo mientras promueven la conservación ambiental, y que son reconocidos por esta cartera como ‘negocios verdes’.
Diana Medina, gerente comercial y representante en Colombia de Andreu World, reconoce esta tendencia como un hito del interiorismo moderno y explica que tiene como objetivo “integrar a la decoración de los hogares propuestas que contribuyan a la multifuncionalidad de los espacios de manera sustentable, conservando la estética y generando armonía en los ambientes”.
De ahí, el hecho de que en lo corrido del año sillas, bancos, mesas y sofás elaborados con madera obtenida de bosques reforestados u otros materiales 100 % sostenibles y dotados de belleza, simplicidad, resistencia y creatividad han sido los grandes protagonistas del diseño, recreando “desde vigorizantes escenarios de naturaleza, pasando por colores serenos con cuotas de alegría, hasta espacios minimalistas que dan el toque perfecto a los interiores”, asegura la experta.
Un ejemplo de estos mobiliarios es la colección Nuez, de la arquitecta y diseñadora Patricia Urquiola para Andreu World, en la que sobresale la poltrona Lounge BIO, fabricada con un termopolímero de origen natural, no fósil, biodegradable y compostable, que se convertiría en nutriente vegetal en el caso de que la silla fuera enterrada en un jardín o un bosque.
Asimismo, es reciclable y está diseñada para que sus materiales (carcasa, espuma, tela, base de madera o aluminio) puedan separarse fácilmente al finalizar su ciclo de vida. Y en cuanto a su huella de carbono; es decir, el indicador que cuantifica la cantidad de emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) procedentes de la actividad humana, este es equivalente al de un material natural y sostenible como la madera.
Está pensada para diferentes espacios. En el caso de interiores, para zonas de descanso o lectura, por ejemplo; en perímetros privados, como áreas corporativas, para recibidores y oficinas de gerencia. La poltrona Lounge viene en 4 colores: marrón terracota, negro, arena y gris basalto.
Dentro de la serie de Urquiola para la marca española líder en el diseño de muebles sostenibles también sobresalen la silla Nuez Outdoor, un modelo que incluye patas de acero o madera de teca, y recomendado para terrazas y exteriores por su resistencia a los cambios de temperatura. Entre los colores en los que se encuentra disponible están el verde menta y el gris basalto.
Igualmente, la silla de barra Nuez, con una carcasa disponible en 10 colores inspirados en el Mediterráneo y patas en acero o madera curvada de fresno. Estas últimas cuentan con colores que varían desde el blanco a tonalidades tierra.
Los productos que completan la colección “nacen de la idea de crear asientos modelándolos como si fueran hojas de papel”, señala Diana Medina, y agrega que el repertorio Nuez se compone de sillas con carcasa e interior de termopolímero, aunque este último también se presenta tapizado “para quienes disfrutan del equilibrio entre la frialdad del material técnico y la calidez del textil”.
Producciones de este tipo marcan tendencia en Colombia y el mundo no solo por su sello de lujo, diseño de buen gusto y comodidad, sino también por su coherencia sustentable y el respeto por lo natural, al fomentar hábitos como el reciclaje, la reutilización y la reducción de costos energéticos y de materiales, acciones que están en sintonía con una sociedad que cada vez más se identifica y familiariza con prácticas que crean conciencia y aportan al bienestar general.