En la era digital actual, las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) desempeñan un papel central en nuestra vida cotidiana, desde la forma en que trabajamos hasta cómo nos conectamos con el mundo. Sin embargo, a medida que avanzamos hacia un futuro cada vez más tecnológico, es esencial abordar la disparidad de género que, si bien persiste en el campo de las TICs, así como en muchos otros, hoy en día demuestra un panorama alentador en cuanto a la mayor preparación y empleabilidad femenina, pero sobre todo e igual de importante al respaldo de programas de gobierno, ONG y academia que han permitido una tendencia en mejorar la equidad de género en todas las industrias.
En general en todos los sectores asociados a ingeniería, el aporte femenino hoy en día es muy valorado desde la ejecución y/o liderazgo de proyectos complejos o procesos confiables, que requieren estructuración, orden y buen relacionamiento, así mismo en el ámbito comercial, brillan la capacidad de empatía y construcción de confianza con los clientes, rompiendo con barreras de acceso y permanencia que han enfrentado las mujeres históricamente en estos campos.
Es entonces donde el empoderamiento juega un papel fundamental para lograr una verdadera equidad de género en un sector como el de las TIC, que esté en permanente evolución. Y si bien el empoderamiento se va construyendo a lo largo de la vida, empoderar a las mujeres desde niñas, fomentando la educación en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), eliminando los estigmas de género asociados con estas disciplinas y enseñarles a perder el miedo a la exposición en cualquier nivel, son aspectos clave para su posterior desarrollo profesional y personal, así como para la generación de valor en cargos y sectores en los que los hombres han sido siempre los protagonistas.
Ahora bien, es importante entender que el empoderamiento no se trata solo de brindar oportunidades iguales entre hombres y mujeres, también implica crear un entorno que respalde el crecimiento y el éxito de las mujeres en las TIC; pero sobre todo se trata de hecho de lograr un equilibrio de capacidades, competencias y habilidades para lograr ambientes en los que cada día más mujeres talentosas, al lado de hombres talentosos, integramos nuestras visiones para obtener resultados con alto impacto.
Es así como las empresas del sector deben implementar políticas inclusivas y programas de mentoría que fomenten el desarrollo profesional de las mujeres. Además, es esencial abogar por una cultura empresarial que valore la diversidad y la inclusión, reconociendo la riqueza que aporta la perspectiva femenina al mundo tecnológico. En InterNexa, por ejemplo, el talento femenino está muy bien posicionado en todos los procesos de la organización, incluso en niveles directivos de alta responsabilidad, lo que nos ha permitido lograr entornos de diversidad en los que las diferentes miradas son siempre válidas y de valor para la construcción, la innovación y las labores del día a día y con esto, conectar el desarrollo de la compañía con propósitos de mayor trascendencia.
El trasfondo de la diversidad se fundamenta en que los aportes desde diferentes perspectivas alimentan el análisis de opciones y escenarios, y mejoran la asertividad en la toma de decisiones. Es importante aportarles a los escenarios de innovación y evolución estratégica, la diversidad en todas sus dimensiones: género, profesión, nivel socioeconómico, cultural, etc y en el caso del sector TIC, reconocer desde diferentes perspectivas los aportes de la tecnología a la activación productiva de la sociedad.
Es entonces como el empoderamiento de las mujeres se convierte es más que una cuestión de igualdad; en un requisito fundamental para construir un futuro tecnológico más equitativo, innovador y sostenible. Al brindar oportunidades, eliminar barreras y fomentar una cultura inclusiva, estamos sentando las bases para una revolución digital que beneficie a todos por igual. El camino hacia la equidad de género en el sector de las TIC es un viaje que debemos seguir transitando con determinación y urgencia, y el empoderamiento de las mujeres es la clave para desbloquear todo su potencial en este emocionante mundo de posibilidades tecnológicas.
Desde InterNexa nuestro propósito de construir un mundo más humano, seguido por acciones de certificación como efr (empresa familiarmente responsable), seguiremos velando por ofrecer condiciones en toda la cadena de valor a nuestro talento, que aseguren igualdad de oportunidades para aquellos que deciden apostar en su desarrollo profesional con InterNexa. Nuestro modelo de trabajo con alta flexibilidad permite a las mujeres y hombres equilibrar su evolución profesional con sus condiciones familiares y personales.