El impacto de las redes sociales en las decisiones de compra ha alcanzado un nivel sin precedentes en 2025, transformando no solo cómo consumimos, sino también cómo las marcas se conectan con sus audiencias. Hittan Espinosa, CEO & Founder de Aumenta2 AI, analiza este fenómeno y destaca cómo plataformas como TikTok, Instagram y LinkedIn están liderando este cambio, cada una en su propio sector y audiencia.
Las redes sociales han dejado de ser simples canales de publicidad para convertirse en espacios donde los consumidores buscan activamente información, comparan opciones y toman decisiones basadas en la autenticidad y la confianza. Ya no se trata solo de quién invierte más en anuncios, sino de quién logra conectar emocionalmente con su público.
Uno de los cambios más notables en los últimos años es el auge de los creadores de contenido UGC (User Generated Content), quienes han desplazado a los macroinfluencers en términos de influencia y credibilidad.
Según Espinosa, los UGC son percibidos como más orgánicos y reales, lo que los convierte en una herramienta poderosa para las marcas. «Los UGC son tenidos en cuenta como testimoniales, lo que genera mayor confianza y engagement», explica. Este enfoque no solo es más económico para las marcas, sino que también permite un alcance más amplio y efectivo, especialmente entre comunidades específicas.
Mientras que los macroinfluencers requieren grandes inversiones, los UGC ofrecen una alternativa más auténtica y cercana, lo que ha llevado a muchas marcas a redirigir sus estrategias hacia este tipo de contenido.
En cuanto a las plataformas que dominan el panorama, TikTok sigue siendo el rey en Asia, donde su integración con TikTok Shop ha revolucionado el comercio electrónico. Sin embargo, en Latinoamérica y Estados Unidos, esta tendencia aún está en desarrollo.
En estas regiones, Instagram sigue siendo la plataforma preferida para las generaciones millennials y centennials, gracias a su constante actualización de algoritmos y su integración con tiendas de e-commerce.
Por otro lado, LinkedIn se ha consolidado como la red social clave para el sector B2B, permitiendo a las empresas generar leads y establecer relaciones comerciales sólidas. Cada plataforma tiene su propio público y su propio impacto, lo que obliga a las marcas a adaptar sus estrategias según el sector y la audiencia a la que se dirijan.
El contenido que genera mayor engagement y conversiones es aquel que logra conectar emocionalmente con el público. «Las personas quieren sentir el esfuerzo y la autenticidad detrás de una marca», señala Espinosa.
Este enfoque no solo fomenta la lealtad del consumidor, sino que también justifica pagar un precio premium por productos o servicios que perciben como más valiosos. Las marcas que logran transmitir su historia y valores de manera genuina son las que más destacan en este nuevo panorama. Además, las redes sociales han democratizado el acceso para emprendedores y pequeñas empresas, permitiéndoles alcanzar altos niveles de visibilidad sin necesidad de grandes presupuestos.
«Cada video que subes puede ser una lotería», comenta Espinosa. Plataformas como TikTok y Instagram permiten a los emprendedores llegar a audiencias masivas con inversiones mínimas en producción y edición, algo impensable en el marketing tradicional.
El futuro del comercio electrónico está marcado por la integración y la automatización. Una de las tendencias emergentes más importantes es la integración de pasarelas de pago y tiendas en línea directamente dentro de las redes sociales.
Plataformas como Shopify, Rocketfy y TikTok Shop están facilitando la vida de los comerciantes al estandarizar procesos y automatizar ventas. «El futuro es que esto sea extremadamente sencillo y fácil de utilizar», anticipa Espinosa.
Esta evolución no solo beneficiará a las grandes marcas, sino también a los pequeños negocios que buscan escalar rápidamente. Sin embargo, no todo es color de rosa. Las marcas enfrentan desafíos significativos al utilizar redes sociales para influir en las decisiones de compra.
La falta de expertise en marketing digital y la carencia de equipos especializados son obstáculos comunes. «Muchas marcas aún no se toman en serio el potencial de las redes sociales como canal de ventas», advierte Espinosa.
Los algoritmos de las redes sociales también juegan un papel crucial en la visibilidad de las marcas. «Si generas contenido de valor que mantiene a las personas en la plataforma, el algoritmo te premia», explica Espinosa.
Este mecanismo no solo amplía el alcance de las marcas, sino que también influye en las decisiones de compra al aumentar el posicionamiento y la fidelización. Además, las redes sociales están en constante evolución para satisfacer las demandas de las generaciones más jóvenes. Instagram, por ejemplo, ha adoptado características de Snapchat y TikTok para mantenerse relevante entre millennials y centennials.
Mientras tanto, TikTok sigue atrayendo a la Generación Z con su formato rápido y adictivo de contenido.
En resumen, en 2025 las redes sociales seguirán siendo un pilar fundamental en las decisiones de compra, con TikTok, Instagram y LinkedIn liderando el camino en diferentes sectores y audiencias. Las marcas que logren adaptarse a estas tendencias, aprovechando el poder de los UGC y entendiendo los algoritmos, estarán mejor posicionadas para conquistar a un consumidor cada vez más informado y exigente.
El futuro del comercio electrónico está en la integración, la autenticidad y la capacidad de conectar emocionalmente con el público. Quienes logren dominar estos aspectos no solo sobrevivirán, sino que prosperarán en este nuevo ecosistema digital.