En entrevista con La Nota Económica, Fabián Ruiz, director de los posgrados en Mercadeo de la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes, comenta que la conexión con la audiencia solo se consigue con investigación exhaustiva, análisis del entorno y entendimiento de los datos.
La Nota Económica. Su nombramiento como director de los posgrados en Mercadeo en la Facultad de Administración es novedoso en su carrera profesional. ¿Cómo ha articulado su bagaje y experiencia en pro del fortalecimiento de los programas académicos y cómo ve el panorama de la educación?
Fabián Ruiz. Hoy estoy integrando lo que aprendí en el mundo corporativo y en la docencia, y llevándolo a un propósito que me inspira: impactar la vida de personas que desean dejar huella en sus propios lugares de trabajo y en sus vidas. Ha sido un reto y un proceso de aprendizaje continuo, pero también la oportunidad de dedicarme a lo que realmente me apasiona.
Por otra parte, en la Facultad de Administración y en los dos programas que tenemos en la Escuela de Posgrados, Maestría en Mercadeo y la Especialización en Inteligencia de Mercados, es fundamental que sigamos impulsando los diferenciales que nos han permitido estar dentro de las 100 mejores escuelas de negocios del mundo que imparten la disciplina del mercadeo, según el ranking QS: nuestros contenidos, la calidad de nuestra investigación, de nuestros profesores, nuestras acreditaciones internacionales y nuestro enfoque en analítica de datos para la toma de decisiones, entre otros. Además, considero que la academia debe enfocarse también en los problemas que aquejan a la sociedad, como lo estamos haciendo en nuestros programas.
Los estudiantes tienen que aprender haciendo: en especial con retos que involucran a las empresas. El mercadeo consiste en estar afuera atendiendo a las audiencias, por lo que nuestros programas son muy vivenciales, buscan atender las necesidades del entorno. Ahora bien, en el salón de clase nos visitan reconocidos empresarios que comparten las experiencias y aprendizajes que les han sido útiles en su propio camino, lo que enriquece y dinamiza de manera significativa el intercambio de saberes.
LNE. En su trasegar corporativo en empresas del más alto nivel, ¿cuáles son los aprendizajes más valiosos y fundamentales para compartir con sus estudiantes?
FR. Lo que más me sirvió fue entender al mercadeo no como una función aislada, sino como un proceso organizacional que nace de las personas y tiene como propósito resolver necesidades y transformar la vida de las personas. Es clave aprender el marketing human to human y saber que cualquier decisión que se tome tiene un impacto en la sociedad, en los números, en el planeta, en lo legal y en tu equipo de trabajo. No se trata solo de saber mucho de mercadeo, sino de comprender a todos los actores que intervienen en el juego. La clave es lograr la alineación necesaria para construir una propuesta de valor que realmente genere impacto. Muchos de los fracasos empresariales provienen precisamente de no armonizar los recursos internos, los procesos, el talento humano y la tecnología con aquello que se promete al mercado.
LNE. Usted es autor de dos libros. ¿Cómo llegó a estas publicaciones, qué comentarios ha recibido y hasta qué punto una marca personal bien estructurada influye en los resultados comerciales?
FR. Este proceso fue un poco accidental. Yo vengo trabajando el tema de la marca personal hace más de 20 años. Surgió por las necesidades que vi en los profesionales que llegaban a las empresas donde yo estaba. A muchos, los veía carentes de propósito, no sabían para dónde querían ir, cómo llegar a sus objetivos, etc. Esto pasaba frecuentemente, así que decidí aplicar lo que yo hacía en el mundo corporativo como director de mercadeo y estrategia al campo personal. Empecé a aplicar muchas herramientas, a descubrir cómo funcionaba esto en la práctica y me di cuenta del potencial del tema. Además, busqué siempre nutrir todo el contenido con investigaciones de nuestro comportamiento humano. También debo reconocer que escribir mis libros representó un legado que quise dejar a mis hijos para cuando yo ya no esté, para darles una guía en su camino. Todo esto me ha permitido cambiar la vida de muchas personas como me lo reconocen en los mensajes que recibo frecuentemente.
El desarrollo de la marca personal aplica perfectamente al mundo corporativo y, en particular, a los equipos comerciales, ya que lo primero que vende cualquier organización es la marca personal de sus vendedores. Como lo indico en mis conferencias, la marca personal de un buen representante de ventas debe generar conexión, credibilidad, confianza y conducir a un buen cierre efectivo. Esto hará que lo recuerden e, incluso, que lo recomienden. Pero, para lograr este impacto hay que entender cómo se comporta el cerebro humano de sus clientes, con base en las investigaciones y más allá de la retórica
tradicional que existe alrededor de este tema.
LNE. ¿Qué habilidades hay que cultivar en marketing y ventas?
FR. Sin lugar a dudas, las habilidades digitales, la comunicación y la adaptabilidad. Hay que adaptar los estilos de liderazgo y las competencias a lo que sucede en el entorno. Un líder debe tener visión para llevar a la organización donde se lo proponga. Esto se consigue con data para tomar mejores decisiones. En función de esto, la innovación, la creatividad y la colaboración son muy importantes.
LNE. En 2018 fue reconocido como el mejor profesor de marketing en Colombia por la Revista PYM. ¿Qué reflexión le dejó esta distinción?
FR. Esta distinción me la otorgó una comunidad a través de unas votaciones auditadas. El logro me dio a entender que mi enseñanza estaba dejando un impacto, pero a su vez eso conlleva a una gran responsabilidad porque se espera mucho de ti. Un buen profesor tiene que exigir para que la gente aprenda y entienda. Yo puedo dar fe que mis cursos todos los años son diferentes, siempre trato de meter cosas nuevas. Los estudiantes han cambiado y hay que entenderlo para adaptar la pedagogía y la forma de enseñar.
