El IPP de producción nacional tuvo en abril de 2024 una variación anual de –1,48% comparado con el mismo mes del año anterior. Sin embargo, en términos mensuales, el IPP registró una variación de 1,12%, 2,65 pp mayor a la registrada un año atrás.
Recientemente el DANE dio a conocer los últimos datos del índice de precios al productor (IPP) así como el índice de precios al consumidor (IPC) para el mes de abril de 2024. La relación de estos índices es vital para entender cómo, por una parte, las presiones de oferta pueden transmitirse al consumidor y por otra, cómo se está comportando la demanda en términos agregados. En un mes donde la autoridad monetaria no tomará decisión de tasas, los resultados de los índices de precios dan una primera señal de lo que resultará de la reunión del próximo mes de junio.
IPP
El índice de precios al productor de producción nacional tuvo en abril de 2024 una variación anual de 1,48% comparado con el mismo mes del año anterior. Ese comportamiento responde a la caída de precios en bienes mineros como la hulla (-28%) y los aceites obtenidos de minerales bituminosos (-6,3%), así como de bienes agrícolas como los plátanos (-35%) que en conjunto restaron 2,39 puntos porcentuales a la variación del IPP. Siendo así, el sector de la minería fue el de mayor contracción con una variación de -11,6%.
Por su parte, el sector de la industria mantiene una tendencia a la baja, pero se encuentra por encima del resultado nacional. En un tono menos optimista, en términos mensuales el IPP registró una variación de 1,12% lo que representa una diferencia de 2,65pp respecto al resultado del mismo mes en 2023 (-1,53%). El sector de la industria manufacturera registró una contracción de 0,14% que no fue suficiente para contrarrestar el efecto de las variaciones de los sectores de explotación de minas y canteras con 5% y agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca con 1,32%.
Por su parte, los bienes para exportación que registraron una variación cercana a 2,9% mientras que los producidos para consumo interno crecieron 0,6%. Lo anterior refleja un efecto heterogéneo e términos de costos de producción que podrían sugerir un mejor comportamiento de la demanda externa en comparación con el mercado doméstico. A pesar de que los incrementos en el IPP se encuentran muy por debajo de lo que reflejan los precios al consumidor (ver Gráfico 1), es importante destacar que la reciente variación mensual es la de mayor magnitud en lo corrido del 2024 y por supuesto, se encuentra lejos del comportamiento negativo que registraba el indicador al cierre del 2023. Sin embargo, la variación anual sigue en terreno rojo, lo que facilita las metas del emisor en términos de toma de decisión de su tasa de intervención.
IPC
En cuanto a los precios al consumidor, las noticias son positivas. La variación anual de la inflación fue de 7,16% lo que lleva al índice a cumplir trece meses a la baja. Así mismo es importante destacar el comportamiento de la inflación básica (que excluye alimentos y energéticos), que se ha mantenido en esa misma senda por once meses consecutivos con un resultado de 6,86% anual. Así, se mantiene la expectativa de convergencia del IPC al rango meta para el 2025 y se reafirma la confianza en la capacidad de las autoridades monetarias de preservar el poder adquisitivo de la moneda.
Al analizar las variaciones anuales, se observa que en el último año la educación lidera la presión inflacionaria con una variación de 11,4% y una contribución de 0,44pp a la inflación total. El comporta miento de esta división responde al incremento en el precio de la educación preescolar y básica (12,1%) (ver gráfico 2). Así mismo, el transporte ha generado presiones inflacionarias que responden al incremento sostenido durante el 2023 en el precio del combustible para los vehículos (35%) además del precio en el transporte urbano (8,6%). Siendo así, el resultado de la variación anual para abril de 2024 en la división de transporte fue de 10,4% y contribuyó en 1,37 pp a la inflación.
Además, cómo hemos mencionado previamente, divisiones como la de restaurantes y hoteles siguen manteniendo presiones altas sobre la inflación total y en este periodo registró variación de 9,8% y una contribución de 1,04 pp. El incremento en comidas en establecimientos de servicio a la mesa y autoservicio (9,5%) y las comidas preparadas fuera del hogar para consumo inmediato (11,3%) siguen con una tendencia alcista.
Otra de las divisiones por encima del promedio nacional es la de bebidas alcohólicas y tabaco que registró una variación de 9,7% y una contribución de 0,16 pp a la inflación total. Ahora, con las recientes preocupaciones producto del fenómeno del Niño, destaca la dinámica de la división de alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles registró una variación de 9,3% y una contribución de 2,82pp a la inflación. Cabe notar el crecimiento en el precio de la electricidad y el suministro de agua que variaron 19,4% y 7,9%, respectivamente.
Por otra parte, el resultado mensual estuvo impulsa- do al alza principalmente por la división de alimentos y bebidas no alcohólicas con una variación de 1,16% y una contribución de 0,22 pp a la inflación to- tal. El comportamiento corresponde especialmente al alza en el precio de las frutas frescas (5,3%), las papas (9,5%), los plátanos (6,5%) y el tomate de árbol (22,9%). Cabe destacar que el comportamiento de los alimentos cambió de tendencia desde el mes pasado y nuevamente pasa a ser una de las divisiones que más genera presión. Así, hay que monitorear esta línea pues puede generar un efecto regresivo de la inflación que se venía corrigiendo desde al año pasado.
De igual manera como sucede con la inflación anual, la división de alojamiento, agua, electricidad y gas presentó una variación de 0,93% y una contribución de 0,29 pp a la inflación total mensual, siendo la división que más genera presión en el bolsillo de los consumidores. La electricidad (1,56%) destaca en este rubro. No obstante, la inflación en todos los niveles fue inferior con respecto al mes pasado y para abril de 2024, lo que también contribuyó para que la inflación mensual de ingresos bajos se ubicara en 0,58%, en comparación con los ingresos altos que registraron una variación de 0,69% (ver gráfico 4).
Consideraciones finales
Los resultados del mes de abril en el IPP e IPC dan cuenta del buen manejo de la política monetaria hasta el momento. Los desincentivos monetarios siguen mostrando buenos resultados en términos de demanda y contribuyen a la estabilización de los precios. En la última reunión el Banco de la República decidió reducir la tasa de interés en 50 pb debido al buen comportamiento de la inflación, lo que la ubicó en 11,75%. Desde ANIF prevemos una inflación de 5,62% para el cierre de 2024 y esperamos que la senda decreciente se extienda hacia el 2025, alcanzando una variación anual de 3,4% a cierre de ese año, dato que se ubicaría dentro del rango objetivo del Banco de la República.
No obstante, llamamos la atención sobre dos puntos particulares. El primero, que el IPP registró la mayor variación mensual en lo corrido del 2024. Esa señal podría reflejar algunas presiones de oferta que deberán monitorearse. Además, la variación mensual de alimentos en el IPC volvió a ser protagonista y fue la de mayor contribución en el resultado mensual de abril. Eso puede obedecer a algunas afectaciones climáticas que generan choques de oferta, de los cuales todavía no tenemos mayor claridad. Con eso, ahora que inicia la temporada de lluvias, será indispensable mantener la lupa sobre el sector agrícola y así evaluar su impacto en el nivel general de precios.