Después de una segunda ola de la pandemia por coronavirus, la ciudadanía sigue preocupada por las aterradoras cifras de contagios y muertes y, sobretodo, por el comienzo de la vacunación. Este es de lejos, según concuerdan expertos en temas de salud y gremios, uno de los desafíos más grandes que ha enfrentado en sector salud por la logística que requiere, el gran nivel de inmunización al cual se quiere llegar en menos de un año y por la desconfianza que todavía perdura en el ambiente hacia la vacuna.
Ante la llegada de las dosis al país, se espera reducir los contagios y bajar la carga al sistema de salud, para que el cuerpo médico pueda descansar de las extenuantes jornadas de atención, el aislamiento y también del doloroso incremento de fallecimientos por el virus.
La Nota Económica entrevistó al doctor Sergio Isaza, presidente de la Federación Médica Colombiana, para conocer cómo reaccionó el gremio ante las medidas implementadas por el Gobierno, el plan de vacunación y sobre la propuesta de crear una dirección unificada del sistema de salud.
Uno de los temas importantes del momento es la vacunación contra el Covid-19, ¿Qué es lo que se espera después de la vacuna?
La vacunación es importantísima porque es una de las medidas que nos va a permitir entrar en una fase de control a largo plazo de la enfermedad, además va a lograr la inmunización, según el Gobierno, de al menos 35 millones de personas, una cifra que representaría una inmunidad de rebaño y esto disminuiría los contagios.
Sin embargo, aunque las personas ya estén vacunadas, es importante continuar con la toma de pruebas y tener un seguimiento. Así, se tiene un control de los que pueden contagiarse y de los que se han quedado sin vacuna.
¿Cómo ha visto las medidas del tratamiento de la pandemia?
Las medidas como el aislamiento obligatorio y preventivo, el cierre de fronteras, la toma de pruebas a las personas que ingresaran al país (que generó polémica por la resistencia desde Ministerio de Salud a hacerlas) y limitar la comunicación con otras ciudades, han sido buenas. No obstante, es importante reforzar otras, como por ejemplo, establecer cercos epidemiológicos, distanciamiento en los puestos de trabajo de las grandes superficies y constantes cambios en los turnos laborales.
Todo esto hace parte de un modelo de salud preventivo para que se puedan tomar acciones y no tener que pasar a un modelo curativo, porque es en este donde se aumentan los enfermos, se colapsan las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y también donde se registran más muertes. Evitando todo esto, permitimos que nuestros profesionales en salud y auxiliares estén disponibles y no agotados física y mentalmente.
El Gobierno ya ha creado un Plan Nacional de Vacunación, ¿está de acuerdo la Federación con él o qué nuevo orden propondría?
Es necesario validar algunos puntos en el Plan. Es importante vacunar a la población de la tercera edad porque es la que está más expuesta a contraer el virus, sin embargo, también son los que más están en casa. Las etapas deberían establecerse con base en los cercos epidemiológicos de cada ciudad; por ejemplo, en Bogotá, saber en qué localidad se concentran más los contagios y comenzar a vacunar a la población de esos sectores.
En la primera etapa del Plan están los trabajadores de la salud y apoyo a la primera línea de atención, para ellos también hay que garantizar las segundas dosis, dependiendo del laboratorio. Además, consideramos que sería conveniente incluir al sector educativo en ese primer proceso, así como a los empleados de grandes superficies como los supermercados y los conductores de transporte masivo, que cumplen con funciones de primera necesidad y que tienen un nivel del contagio más alto.
Si bien estamos de acuerdo con lo que propone el Gobierno, creemos que la estrategia no se debe manejar con la rigurosidad de grupos, sino sectorizada según la prevalencia de la presencia del virus en las áreas de cada territorio.
También preocupa que no se ha establecido una logística para la vacunación, ¿qué piensa la Federación de esto?
Hemos estado en desacuerdo con el secretismo que ha manejado el Gobierno y el Ministerio de Salud. Nos parece muy importante conocer las particularidades del Plan, no las generalidades porque el documento está en la página del ministerio y cualquier colombiano puede acceder a él, pero sí debe ser conocido el precio de cada dosis, para poder compararlo con los precios internacionales, o las condiciones que se imponen en cada contrato.
Por otro lado, si se cumple la promesa del Gobierno de inmunizar a 35 millones de personas en un año, eso requiere de una infraestructura y organización muy grande y poderosa. Por ejemplo, para la vacuna de Pfizer se requiere de una planeación más rigurosa, a diferencia de las otras vacunas, por las características de refrigeración que debe tener que es entre -70 o -80 grados centígrados.
Consideramos que es muy importante que la compra de las vacunas esté centralizada y controlada directamente por el ministerio y entidades adscritas a él, con la participación de entidades territoriales y con el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), que tiene todos los mecanismos de control, y que debe ser aplicado tanto entidades públicas como privadas. Es necesario que nos informen cuáles son los criterios de la vacunación para saber si las entidades públicas y privadas cumplen con los requisitos.
Así mismo, es necesario que la vacuna sea gratuita. Ninguna entidad debería cobrar a la ciudadanía, lo que sí pueden hacer es establecer un precio, avalado por las autoridades sanitarias, por colocar la sustancia, pero no para adquirirla. Estableciendo ya este punto, es más rápido lograr el objetivo de la vacunación.
El sistema de salud estuvo por colapsar, ¿en algún momento el cuerpo médico y auxiliares pensaron que se podría tener un segundo pico en la pandemia?
Nosotros desde el año pasado advertimos que si no se tomaban medidas adicionales a la cuarentena, se podía presentar rápidamente un segundo pico y eso es lo que estamos viviendo. Esto lo planteamos cuando notamos que no se hacían las pruebas suficientes y por ello, no se conocía en tiempo real cuál era la situación. Otro aspecto que permitió esta segunda ola fueron los días sin IVA decretados por el Gobierno Nacional.
Creemos que lo más importante es mantener las pruebas a los ciudadanos para así poder hacer seguimientos a las personas contagiadas, y establecer un cerco epidemiológico para conocer quiénes estuvieron en contacto con el contagiado antes y después de salir positivo en la prueba. Esto permitiría tener un mejor con cuarentenas sectorizadas y no tan amplías como se hicieron.
Hasta el momento, ¿cuántos profesionales de la salud han sido víctimas del virus?
Según datos actualizados, hemos tenido que despedir a más de 180 colegas. Hay otras víctimas que son los médicos que han superado la enfermedad pero cuando van a reintegrarse a su trabajo encuentran que no les renuevan el contrato y que la ARL no les responde por su incapacidad. Varios de ellos han tenido que usar acciones judiciales para que se les respete ese derecho. En el área de enfermería y del equipo de auxiliares esa cifra se superó hace meses, ellos son los que más se han contagiado.
¿Qué papel ha jugado la telemedicina para atender enfermedades no Covid?
La telemedicina ha tenido una función muy importante para la orientación y el tratamiento de enfermedades sintomáticas que no requieran la presencia física de un profesional, eso permite atender algunas solicitudes. Además, tendría un aporte alrededor del 40 % de la atención, porque un paciente que expone su sintomatología ante un médico bien capacitado para esto, puede recibir un mejor seguimiento y atención. Si esto no es suficiente, es necesario acudir a una cita presencial o que el médico asista a la casa del paciente, para así no colapsar las urgencias.
Esto también debe funcionar de una forma programada, el problema es que no hay la atención suficiente. Hay colegas que me han informado que han tenido que acudir a clínicas privadas, a pesar de tener medicina prepagada, porque sus IPS no los atienden. Lo que están haciendo las EPS es reducir costos en citas generales.
¿Cómo ha acompañado la Federación a las familias de los profesionales en salud que han sido víctimas mortales por el Coronavirus?
La mejor forma de acompañarlos es exigiendo más medidas de seguridad y campañas de autocuidado para evitar los contagios. Además, hemos realizado algunas encuestas e investigaciones para conocer la disponibilidad real de las UCI.
No sólo nos quedamos en criticar las medidas del Gobierno, también planteamos propuestas reales, como lo es “Colombia un solo hospital”, un programa nacional para enfrentar la emergencia sanitaria del país creado por Asociación Colombiana de Especialistas en Urgencias y Emergencias (ACEM) y la Federación Médica Colombiana, que tiene como objetivo mejorar el sistema de información y recolección de datos e incluir variables como la oferta de talento humano, porcentaje de ocupación de urgencias; número de solicitudes de camas UCI cada doce horas y tiempo efectivo de traslado de pacientes a unidades de cuidado crítico. Además de tener una rectoría y dirección unificada del sistema de salud a cargo del Ministerio de Salud y las Secretarías Territoriales.