Enel-Codensa anunció que puso en funcionamiento a Portugal, la primera subestación 100 % digital de Colombia, ubicada en la localidad de Engativá y que contó con una inversión de más de $25.000 millones de pesos.
Esta subestación tiene una capacidad de 40 millones de voltamperios (MVA), y será la encargada de proveer la energía para el funcionamiento de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Salitre, obra clave en la descontaminación del río Bogotá.
Además, atenderá la creciente demanda del occidente de Bogotá, por la Avenida Calle 80 (Autopista Medellín), el cual es un eje principal en el desarrollo de la ciudad y municipios aledaños.
Para Francesco Bertoli, gerente general de Enel-Codensa, “la digitalización es un camino que construimos día a día, para entregar un mejor servicio a nuestros clientes. En la Subestación Portugal, los procesos de adquisición de información en campo, supervisión y control son completamente digitales, generando beneficios adicionales en seguridad, productividad y fiabilidad de la información”.
Entre otras características, Portugal cuenta con una configuración más simple, lo que implica que tenga menores puntos de falla y que se optimicen los procesos de modernización, ampliación y mantenimientos futuros, que implicarán menos interrupciones.
La emrpesa señaló que la Subestación Portugal es la segunda que entra en operación de las más de 30 que se tienen contempladas en el plan de expansión Bogotá-Región 2030, el cual busca fortalecer la infraestructura eléctrica en Bogotá y Cundinamarca.
Durante el año 2021, también se tienen previstos avances significativos en tres subestaciones más: Terminal, ubicada en la localidad de Fontibón, San José, en localidad de Los Mártires y Calle Primera, que recibió la Licencia Ambiental recientemente, y cuyo proyecto consiste en trasladar la infraestructura actual, y diseñar una nueva subestación con el fin de asegurar las distancias de seguridad con la Primera Línea del Metro.
“Las redes eléctricas son claves en la transformación que actualmente está teniendo el sector energético en Colombia, con implicaciones en la confiabilidad y seguridad del suministro. Luego del Covid-19, las personas son cada vez más dependientes de la energía eléctrica. Por ello, los clientes son más exigentes y requieren mayor confiabilidad del servicio”, señaló Bertoli.