Los programas y proyectos de la Fundación, además de mejorar las oportunidades educativas y laborales para los jóvenes, promueven un ambiente de responsabilidad social alineado con los valores empresariales de la compañía.
Desde sus inicios en 1979, la Fundación Frisby, de la reconocida cadena de restaurantes de Colombia, ha dedicado su labor a la creación de oportunidades educativas para niños, niñas y jóvenes en situación de vulnerabilidad.
«Desde que Alfredo Hoyos Mazuera y Liliana Restrepo fundaron Frisby, su sueño siempre fue impactar positivamente a la sociedad, no solo ofreciendo productos de excelente calidad, servicio e higiene, sino también siendo una empresa innovadora. Ambos buscaban retribuir a la comunidad creando oportunidades educativas que transformaran vidas.
Su visión consistía en utilizar el éxito empresarial como una herramienta para mejorar la calidad de vida de las personas. Por ello, dos años después de la apertura de los primeros restaurantes, crearon la Fundación Amigos del Niño, hoy conocida como el Instituto Tecnológico Dosquebradas (ITD) Alfredo Hoyos Mazuera, que se ha convertido en el estandarte educativo de la organización,» asegura Carolina Posada Molina, gerente de la Fundación Frisby.»
45 años después, se ha ido adaptando a las necesidades cambiantes de la sociedad. El ITD, ofrece formación técnica especializada en áreas alineadas con las demandas actuales del mercado laboral como: Tecnología, Procesamiento de Alimentos y Gestión de Empresas Agroindustriales. “Siempre hemos buscado innovar en nuestros programas”, comenta Carolina, “integrando nuevas metodologías como la Educación Biocéntrica, que no solo se enfoca en lo académico, sino en el desarrollo socioemocional.”
Impacto tangible en las comunidades
Sus programas brindan capacitación y además fomentan el emprendimiento y fortalecen habilidades para la vida a través de proyectos como Acuma, programa de formación para emprender y Aprender Jugando, que utiliza el fútbol como una herramienta pedagógica para el desarrollo personal y social. Según Posada, “el verdadero éxito de la fundación se mide en el número de jóvenes que han transformado sus vidas a través de la educación y el deporte”.
“Nuestro compromiso con la educación se basa en la convicción de que las aulas son semilleros de cambio. Al alinear nuestros esfuerzos con los de nuestra fundación, cuyo propósito es ‘mantener viva la inspiración en el ser humano’, buscamos desarrollar los valores y habilidades de nuestros estudiantes para que sean agentes de cambio en sus comunidades. Juntos, trabajamos bajo la premisa de ‘alimentar con amor’ y contribuir al desarrollo integral de las personas”.
Liliana Restrepo, presidente de Frisby
Impacto empresarial positivo
Gracias a la innovación y la tecnología, la Fundación Frisby ha potenciado sus programas educativos, generando un impacto positivo en la vida de miles de colombianos. Con esta labor consolida su posición como un agente de cambio social, demostrando que es posible combinar el éxito empresarial con un profundo compromiso con el bienestar de las comunidades.
Esta apuesta involucra una inversión anual superior a los 7.000 millones de pesos, ha convertido a la organización en un referente del compromiso social y el desarrollo comunitario en Risaralda y Colombia. Lo que comenzó como un pequeño proyecto enfocado en ayudar a los más necesitados, se ha expandido hasta abarcar diversos programas educativos y de emprendimiento que impactan a más de 1.500 persona al año.
Resultados con propósito
Convencida del poder transformador de la educación, la fundación ha invertido de manera sostenida en programas que empoderan a las comunidades. Los resultados obtenidos demuestran que es posible generar un impacto positivo a largo plazo, contribuyendo al desarrollo sostenible del país. Prueba de ello son logros alcanzados a 2023 como:
- A través del ITD Alfredo Hoyos Mazuera:
- 763 bachilleres graduados en modalidad procesamiento de alimentos, gestión de empresas agroindustriales y otros becados con el 50% para cursar su carrera universitaria.
- A través del La Universidad en TU Colegio:
- 409 estudiantes han participado del programa.
- Mediante ACUMA:
- 162 estudiantes se han beneficiado y el 100% evidencian estar incorporando destrezas estratégicas de emprendimiento.
- Con Aprender Jugando:
- 350 niños, adolescentes y jóvenes han participado y el 19% han incrementado sus habilidades para la vida.
- El programa de Educación Biocéntrica ha logrado impactar:
- Más de 300 docentes del sector público de Risaralda.
- Más de 1000 familias con técnicas de crianza afectiva.
Retos y el futuro de la Fundación
Uno de sus principales retos es seguir ampliando la cobertura de sus iniciativas por lo que, en los próximos cinco años, se ha trazado el objetivo de robustecer su modelo de Educación Biocéntrica y aumentar su alcance a más instituciones educativas.
Actualmente desarrolla, en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo, un proyecto enfocado en ofrecer nuevas alternativas educativas para estudiantes de 10° y 11°. El objetivo es brindarles las herramientas necesarias y que continúen su formación académica y profesional, contribuyendo así a reducir las brechas de desigualdad.
De otro lado planea expandir sus programas a nuevas regiones del país, consolidar sus alianzas estratégicas y seguir innovando en la búsqueda de soluciones a los desafíos sociales. «Queremos seguir siendo un referente en el sector y generar un impacto aún mayor en la sociedad», afirma Carolina Posada. «Creemos que la educación y el emprendimiento son las claves para construir un futuro mejor para todos».
Desde sus inicios, la Fundación Frisby ha sido pionera en promover la responsabilidad social empresarial. Hoy, en su 45 aniversario, sigue siendo un referente, inspirando a otros y construyendo un futuro más justo y equitativo.