Si desde la infancia se aprende a manejar el dinero, en el futuro habrá adultos más preparados y económicamente libres.
Según la investigación ‘Educación financiera y bienestar financiero: evidencia en Colombia en un entorno de alta inflación’ del Banco de la República (2024), el analfabetismo de temas económicos afecta la estabilidad de los mercados, la distribución del ingreso y los niveles de pobreza. Se encontró que la formación en este tema es más baja entre jóvenes, mujeres, personas con menor educación, adultos mayores y desempleados, y que mejorarla potencia la capacidad de ahorrar, invertir y el bienestar en las comunidades.
El dinero es una herramienta fundamental en la vida, y su correcta gestión puede determinar el bienestar económico en la adultez. Por ello, es esencial que los adultos se enfoquen en educar a los niños y jóvenes sobre su importancia desde una edad temprana. IKOS Latam, empresa dedicada a conectar proyectos empresariales para generar utilidades, recomienda las siguientes estrategias de ahorro y educación financiera para que los adultos inculquen en su familia:
● Gestionar el dinero: enseñarle a los más pequeños a ahorrar, invertir y multiplicarlo, evita errores como el endeudamiento en el futuro.
● Desde temprana edad, enseñar conceptos financieros: a partir de los 3 años, los niños pueden entender la diferencia entre «gastar» y «guardar». A los 10, se les puede explicar el concepto de inversión.
● Establecer un fondo de emergencia: a medida que el niño crece, priorizará el consumo inmediato, dificultando la planificación futura y llevando a gastos excesivos. Por ello, es importante fomentar una mentalidad de responsabilidad económica.
● Del Juego al ahorro: transformar las finanzas en un reto emocionante, dándoles autonomía para decidir sobre su dinero, les ayudará a verlo como una oportunidad, no como una obligación.
● Explorar oportunidades de rentabilidad: generar ingresos adicionales para toda la familia es importante, por eso buscar asesoría en diferentes empresas o entidades como IKOS Latam brinda la oportunidad a las personas de participar en proyectos empresariales sin necesidad de grandes inversiones, a través de la compra de derechos de usufructo.
“Los errores más comunes que los padres cometen al mencionar temas financieros con sus hijos son, por ejemplo: evitar hablar sobre eso, creyendo que es un tema solo para adultos; enseñar solo el ahorro sin explicar cómo multiplicar el dinero; no darles responsabilidades económicas dentro del hogar; asociarlo únicamente con el esfuerzo y no con la estrategia; y premiar solo con dinero, en lugar de enseñarles el valor de la planificación y de su crecimiento”, añade Kelly García, fundadora de IKOS Latam.
Actividades para que los niños y jóvenes aprendan a multiplicar su dinero de forma divertida
● La regla de las tres partes: dividirlo en tres categorías: gasto, ahorro e inversión.
● El reto del crecimiento financiero: motivarlos a ahorrar y luego encontrar formas de hacerlo crecer, como vender algo que les guste (pulseras, dibujos, postres, etc.).
● Jugar a administrar un negocio: simular una tienda en casa donde aprendan a comprar, vender y generar ganancias.
● Decisiones inteligentes: llevarlos de compras y mostrarles cómo comparar precios y buscar ofertas para optimizar su dinero.
● Crear metas de ahorro e inversión: ayudarles a fijar objetivos con una parte del dinero ahorrado y explorar opciones para que crezca.
Para que los niños empiecen a entender conceptos como inversión o planificación financiera de manera sencilla, se les pueden ofrecer ejemplos visuales y prácticos. Por ejemplo, será muy interesante para ellos explicarles que el dinero es como una semilla: si lo guardan, se mantiene igual, pero si lo siembran y lo cuidan, puede crecer y dar frutos. Además, mostrarles, a través de juegos y retos, cómo reinvertir ganancias en lugar de gastarlas de inmediato, les servirá para desarrollar hábitos responsables.
“Se puede integrar la educación en temas económicos en la rutina familiar, conversando sobre dinero de forma natural en casa, involucrando a los jóvenes en decisiones económicas pequeñas para que aprendan a tomar buenas elecciones. También se pueden crear desafíos familiares de ahorro e inversión, como establecer un fondo común para un viaje o una compra especial, y fomentar que busquen formas de generar ingresos, como vender algo hecho por ellos”, añade Kelly García.
Inculcar el interés en la educación financiera desde la infancia, para fomentar las habilidades que les servirá para tomar el control de su futuro económico a lo largo de la vida. Enseñar a los niños cómo hacer crecer su dinero, tomar decisiones inteligentes y desarrollar una mentalidad de abundancia es fundamental para su bienestar económico.