En Latinoamérica se proyecta que los ingresos de la industria de pagos crecerán a un ritmo de 8,3% hasta 2027, alcanzando los US$179.000 millones.
Tras un año cargado de innovaciones e interesantes avances tecnológicos, la sociedad se ha ido transformado notoriamente. El entorno digital en pleno auge, sigue sumando novedades en el contexto de la economía digital y se espera que el 2024 traiga aún mayores cambios. “Una de las novedades más disruptivas del próximo año será el tiempo de emisión de tarjetas de débito y crédito en la región. Si bien el récord actual lo tiene Colombia con tan solo 11 días, se espera romper esa marca para reducir aún más el tiempo de integración” explica Carlos Marín, Country Manager de Pomelo en Colombia y Perú.
Gracias a los avances de la tecnología, el proceso que hace algunos años tomaba meses, e incluso años, se ha logrado reducir significativamente. “Hemos aprendido que tener una infraestructura robusta, en la nube y de última generación, es una ventaja competitiva para cualquier compañía en nuestro sector. Hoy celebramos cómo la industria se mueve rápidamente en diversos ámbitos y vemos cómo esto impacta positivamente en la inclusión financiera”, comenta Marín.
Parte de estos avances se deben también a la velocidad en la evolución de la industria. Y es que, según la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, los pagos digitales a través de tarjetas han aumentado 48% en 2023 con respecto al año anterior, lo que demuestra el auge continuo de las compras en línea en el país.
“Con un valor total que asciende a COP 15,4 billones, en el tercer trimestre de 2023 el comercio electrónico en Colombia tuvo una suba del 10,3% en comparación con el mismo período de 2022 y un 54,5% versus ese lapso en 2021, destacando la robustez del mercado digital colombiano y la preferencia constante de los consumidores por el canal digital”, explica María Fernanda Quiñones, presidenta ejecutiva de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico.
El potencial de la industria de pagos
No caben dudas de que parte del éxito de los pagos digitales ha sido gracias a la incorporación de nuevas tecnologías que han hecho evolucionar el ecosistema fintech de Colombia hasta consolidarse como el tercero más grande de la región. Debido a ello, es que los expertos financieros estiman que la banca futura va a ser digital gracias a la combinación entre la tecnología y el desarrollo financiero que impulsará esa transformación.El progreso financiero deberá inspirar a crear instituciones bancarias responsables, orientadas no solo hacia las ganancias, sino también hacia el bienestar de los clientes.
Según un reporte de la consultora BCG, en América Latina los ingresos de la industria de pagos aumentaron 12% entre 2017 y 2022, a un valor de US$120.000 millones. Además, se proyecta que para 2027 crecerá a un ritmo de 8,3% hasta alcanzar los US$179.000 millones.
En este contexto, son cada vez más las compañías que muestran un crecimiento exponencial apalancado en el lanzamiento de soluciones competitivas. «En nuestro caso, apostamos a tres diferenciales: velocidad, innovación y estrategia, para que nuestros aliados lleguen primero y más lejos. Por todo ello, emitir una tarjeta nos llevará solo días y no meses», afirma Marín.
Las proyecciones para el e-commerce en Colombia son optimistas, anticipando un crecimiento del 12 % y 17 % en las ventas totales (bienes y servicios) para 2023 y 2024, respectivamente. De igual forma, según un informe reciente de Mastercard, las tarjetas siguen siendo el método de pago digital más usado en la región, con un 80% de los consumidores que las prefieren tanto para transacciones en línea como en tiendas físicas.