Históricamente, los programas de capacitación se miden por el número de personas que tomaron el curso y las evaluaciones finales. No hay una medición realmente cualitativa sobre su impacto y, por tanto, es imposible saber el retorno en la inversión.
UBITS, el hub de aprendizaje online para empresas más grande de Latinoamérica, aseveró que, de acuerdo con un análisis realizado a partir de los resultados del estudio PULSO llevado a cabo a finales de 2023, los líderes de una organización tienen un rol fundamental en la correcta capacitación de sus colaboradores y, sobre todo, en la medición cuantitativa de ésta y la obtención de un ROI exitoso.
El tema es relevante no solo para que la misma empresa entienda qué beneficios está ganando al capacitar a sus empleados y saber si lo que está invirtiendo en ello realmente redunda en beneficios para la organización, sino también para decidir si se continuará destinando un presupuesto para la capacitación de su capital humano.
De acuerdo con el estudio PULSO, realizado entre empresas basadas en América Latina, el 87% de las organizaciones mantuvieron o incluso aumentaron su presupuesto de entrenamiento. Sin embargo, solo una de cada cinco (19%) proporcionó capacitación al 100% de sus empleados. De hecho, una de cada cuatro compañías ofrece entrenamiento a menos de la mitad de sus colaboradores.
“Muchas veces, la C-Suite considera al entrenamiento como un gasto y no una inversión. Es muy probable que esto se deba al uso de métricas anacrónicas que no permiten tener una medición correcta de los resultados. Esto es porque históricamente los programas de capacitación se miden por el número de personas que tomaron un curso y las evaluaciones realizadas al final del curso”, explica Yesid Olave, Education Manager de Ubits.
Es decir, no hay una medición realmente cualitativa sobre el impacto de los planes de entrenamiento, y esto impide no solo no saber el retorno de inversión que tiene la compañía, si no también saber si se están fortaleciendo aquellas competencias que coadyuvarán a que la organización llegue a las metas empresariales que se ha propuesto y para las que está invirtiendo en capacitación.
“Ya no es tan útil saber cuántos empleados asistieron a un entrenamiento o si les gustó o no, sino verificar que éste está vinculado directamente con las competencias que los empleados deben adquirir para que la empresa logre sus objetivos”, agregó Olave.
El análisis realizado por UBITS asegura que por eso es fundamental que se concientice al líder de los equipos sobre un mayor involucramiento de su parte, tanto en el control de las materias en que se está capacitando a sus colaboradores como en el análisis de si las nuevas competencias coadyuvarán a una mayor productividad en la compañía. Esto hará posible medir el retorno de inversión que la organización requiere.
“La brecha entre el feedback de los líderes y el diseño del plan de entrenamiento y desarrollo se debe a que, si bien los líderes son la principal fuente de información para el diseño del plan, su retroalimentación no se mide. Esto significa que las empresas están confiando en el juicio de los líderes para identificar las necesidades de sus equipos, pero no están verificando si dicho juicio es correcto”, detalla Yesid Olave.
Esta dualidad puede tener varias consecuencias negativas: en primer lugar, puede ser que los planes de entrenamiento y desarrollo no estén alineados con las necesidades reales de los equipos; y en segundo lugar, puede llevar a que se desperdicien recursos en capacitaciones que no son relevantes para los colaboradores.
El estudio de PULSO arrojó que el 23% de la gente se capacita cuando se lo asignan y entiende por qué debe tomarlo, mientras que el 19% se capacita cuando el tema les interesa y otro tanto igual cuando son conscientes de que lo necesitan para su desempeño. Es decir, el buy-in de los colaboradores es fundamental.
“Una capacitación efectiva requiere la participación activa de todas las partes interesadas, desde los líderes de cada área o departamento hasta los empleados. Para ser exitosa, no puede ser únicamente una responsabilidad de los equipos de recursos humanos. Desde el punto de vista de las empresas, contar con colaboradores preparados y en permanente actualización constituye una ventaja competitiva”, puntualiza el Yesid Olave, Education Manager de Ubits.