De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos de ANIF, el panorama macroeconómico cambió de manera radical a lo largo del año 2020, por cuenta del choque generado por el SARS-CoV-2. Bajo este panorama, dicha entidad ajustó sus proyecciones de crecimiento del sector de construcción a contracciones de 12,6% para este año en el escenario base, aunque esperan que la reactivación de todos los sectores estimule la recuperación de la oferta y la demanda. Sin embargo, advierten que de materializarse el escenario estresado, el desempeño del sector podría deteriorarse a niveles de -19,5%.
También pronostican para el PIB de edificaciones, contracciones de 20,1% en el escenario base y de 27,7% en el estresado. Aquí se deberá monitorear: (i) la moderación en el crecimiento de los precios, que será clave para disminuir la sobreoferta de existencias en el comercio, las oficinas y los estratos altos residenciales; (ii) la velocidad con la que se esté reactivando la economía en el segundo semestre y, con esto, los ingresos de los hogares; y (iii) el impulso que se pueda generar desde el Gobierno al sector para la venta de las existencias, a través de programas como el de “Reactivación del Sector Construcción 2020-2022” y la nueva asignación presupuestal destinada a financiar la cobertura a la tasa de interés de otras 100.000 viviendas del segmento No-VIS.
La entidad considera esencial para la reactivación del sector los programas que desde la gestión público-privada permitan el desarrollo de obras con las que se estimule tanto el crecimiento del PIB como la creación de empleo. Un ejemplo de este tipo de proyectos son los “Planes Parciales” que se llevan a cabo por medio de la asociación entre los gobiernos locales y el sector privado.
Estos buscan desarrollar espacios de las ciudades que se encuentren dentro de las disposiciones que han sido estipuladas en los Planes de Ordenamiento Territorial. En el caso de Bogotá, estos reciben el nombre de “Planes Parciales de Renovación Urbana”, y están enfocados en la renovación y transformación de espacios en la ciudad que tengan un potencial para el desarrollo y que hasta el momento no hayan sido explotados.
En la actualidad, la estructuración de 46 de estos planes trae prometedores beneficios para la ciudad, entre los que se encuentran: (i) la construcción de 164.000 viviendas (VIS y no VIS); (ii) la creación de 367.000 empleos directos y 408.000 indirectos; (iii) la generación de más de $22 billones por la compra de insumos; y (iv) el pago de más de $270.000 millones en impuesto predial. De esta forma, la estructuración y ejecución de este tipo de obras en las diferentes ciudades del país pueden convertirse en un importante motor de crecimiento tanto para el sector de la construcción como para la economía nacional.
Para ANIF es importante no olvidar que el sector de la construcción ha logrado en otras ocasiones, impulsar el crecimiento económico del país, y como pocos, es capaz de encadenar muchas actividades productivas, hecho que lo convierten en un motor de generación de empleo.