La volatilidad actual es un reto para las empresas. Con vaivenes que se pueden medir en segundos, las empresas deben ser más ágiles y resilientes que nunca para mantenerse competitivas.
Según un reciente artículo de Harvard Business Review, «How to Succeed in an Era of Volatility,» existen estrategias esenciales que pueden ayudar a las organizaciones a navegar por estos tiempos inciertos con éxito.
Aquí está una síntesis de los puntos más destacados para que su empresa no naufrague en medio del oleaje del momento.
Adaptabilidad y resiliencia: claves para navegar la incertidumbre
Lo primero que se destaca es que la adaptabilidad y la resiliencia organizacional son imprescindibles.
Las empresas deben desarrollar la capacidad de ajustar rápidamente sus operaciones y estrategias en respuesta a las fluctuaciones del mercado. Esto implica no solo una gestión ágil, sino también la creación de una cultura que valore y promueva la innovación continua.
Según el artículo de la prestigiosa publicación, la innovación debe ser una práctica constante para mantenerse a la vanguardia y no perder relevancia.
En este punto no se trata necesariamente de crear productos y/o servicios nuevos. La innovación puede estar en cambiar la forma de realizar los procesos internos, reducir fricciones en la operación, por poner un par de ejemplos.
Enfoque en el cliente y gestión financiera prudente
El cliente es el centro. Conocer y satisfacer las necesidades cambiantes de los clientes es vital.
Las organizaciones deben mantener un contacto cercano con su base de clientes y ser capaces de ajustar sus ofertas de manera proactiva. El seguimiento al cumplimiento de las expectativas es determinante para mantener esa base y expandirla. Cuanto más rápido se haga y se identifiquen los ajustes necesarios, más probabilidad de éxito.
Al mismo tiempo, una gestión financiera es fundamental. Tener una sólida estructura financiera permite a las empresas no solo resistir crisis económicas, sino también capitalizar oportunidades inesperadas que puedan surgir en tiempos de volatilidad.
No hay que olvidar que la volatilidad no implica solo retos, también es una fuente de oportunidades. De esta manera, al tener unas finanzas sanas, no solo es posible enfrentar los obstáculos, sino aprovechar las alternativas de crecimiento e inversión que puedan surgir.
Liderazgo fuerte y tecnología avanzada para amortiguar la volatilidad
El liderazgo visionario y decisivo es crucial para guiar a las organizaciones en tiempos de incertidumbre. Los líderes deben estar preparados para tomar decisiones rápidas y efectivas, estableciendo un rumbo claro para sus equipos.
Esto implica, necesariamente, aprovechar la tecnología y los datos para mejorar la eficiencia operativa. De esta manera será posible tomar decisiones informadas y riesgos calculados.
Dicho esto, las inversiones en herramientas tecnológicas adecuadas son diferenciador clave en la gestión de la volatilidad al proveer una mayor agilidad.
No obstante, no se trata de adoptar herramientas por el simple hecho de hacerlo, sacarle el mayor provecho es la clave. Hay que recordar que, en igualdad de condiciones, la carrera la termina ganando el piloto, no la máquina.
Volatilidad: más acción, menos planeación
Si bien la planeación es un pilar en la gestión organizacional, debe ser lo suficientemente flexible para permitir la adaptación. Las empresas que deseen prosperar en esta era de volatilidad deben ser capaces de ajustarse, innovar, escuchar a sus clientes -internos y externos-.
Implementar estas prácticas no solo fortalecerá la posición de la compañía en el mercado, sino que también la preparará para enfrentar y superar los desafíos que traiga el vertiginoso mundo empresarial.