El viernes pasado el Ministerio de Hacienda presentó el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP), la hoja de ruta de la política fiscal para Colombia en los siguientes 10 años. Sobre el papel, este es un documento hecho con responsabilidad y seriedad con el fin de dar luces acerca de cómo será el camino fiscal del país.
No obstante, más que un documento técnico, parece una novela fantasiosa y de terror.
El actual MFMP dibujó un panorama lúgubre, aunque trata de camuflarlo bajo supuestos optimistas, por decir lo menos.
Un déficit doloroso
Para 2025 el Gobierno plantea un déficit del 7 % del PIB (pero es probable que llegue al 7,5 %). Es decir que quedará debiendo $119 billones de pesos. La cuenta es esta: el Gobierno recaudará $289 billones y gastará $408 billones.
Para ponerlo en unas dimensiones más aterrizadas, entrará plata para hacer 13 metros de Bogotá, pero el Gobierno gastará lo equivalente a 18.
Ahora, la plata que falta debe cubrirse, por eso el Gobierno se endeudará más. Según lo que dice el MFMP, la deuda pasará de 59,3 % del PIB al 61,3 % en 2025 y hasta 63 % en 2026.
En plata blanca esto implica que la deuda del país llegará a los $1.042 billones de pesos al cierre de 2025 y casi $1.100 billones en 2026.
Es decir, teniendo en cuenta que somos unos 53 millones de colombianos, esta deuda significa que cada uno deberá algo más de 20 millones de pesos para finales de 2025.
Optimismo desmedido
Ahora bien, que este sea el panorama que ve el Ministerio de Hacienda, no quiere decir que vaya a ser así. De hecho, algunas de las proyecciones y supuestos del documento hacen creer que el escenario a la vuelta de unos años será menos favorable (sí, es posible que sea peor).
Por un lado, las estimaciones de recaudo ya van por debajo de lo estipulado. Es decir, lo que se pretende recoger ahora va a alcanzar para menos.
Pero, además, hay otros factores que tampoco se ven alineados con la realidad. Las proyecciones de crecimiento, que muestran una expansión del 2,7 % para este 2025, y del 3 % para el próximo año, resultan risibles.
¿Sí es posible que en un ambiente de tanta incertidumbre, crispación política e improvisación económica se logren esos crecimientos?
Para diversos analistas, así como para nuestro propio equipo de investigaciones y análisis económico, la respuesta es un rotundo ‘no’. Consideramos que el crecimiento estará por debajo de las cuentas ministeriales.
Lo mismo ocurre con las proyecciones de desempleo, que lo ponen por debajo del 10 % para 2025. La razón es que buena parte de la ocupación se viene dando en el terreno informal y por el aumento de puestos burocráticos, una situación que no es sostenible.
Con esto, las bases para el crecimiento no son las mejores, lo que también impactará al recaudo -entre menos se produce, menos se tributa-. El panorama fiscal, entonces, se ensombrece, no hay que olvidar que el recaudo tributario ya venía por debajo de lo esperado al cierre de 2024 y para 2025 no se ve mucho mejor.
Es por esto que ya se habla de pasar una reforma tributaria (otra…) en lo que queda de 2025, que buscará recaudar entre 19 y 25 billones de pesos. Eso sí, por el lado del gasto, el Gobierno -no solo este- se escuda en la inflexibilidad de este.
Aun así, no se explica el porqué no se hace nada por reducir la contratación burocrática, por ejemplo, que aumentó en $10 billones en 2025. Tampoco se explica la razón por la cual el rubro en el que sí se redujo el gasto, fue en el de inversión productiva, lo que termina perjudicando al crecimiento y, por ende, al recaudo.
¿Qué se viene?
A todas luces es ridículo pensar que una reforma tributaria tendrá acogida en el congreso cuando ya están ad-portas de las elecciones. Esto suena más a una estrategia para que el Gobierno pueda ‘victimizarse’ argumentando que no se le aprobó el dinero que necesitaba.
De otro lado, como ya se tiene activa la cláusula de escape de la Regla Fiscal, la deuda del país se terminará incrementando. Los colombianos tendremos que pagar no solo más saldos, sino más intereses, más aún cuando la incertidumbre política y económica aumentó el riesgo país en las últimas semanas. A los ciudadanos y empresas del país no les queda otra sino aguantar.
El MFMP tiene más filtros y maquillajes que un adolescente buscando seguidores en Tik Tok. El ministro de Hacienda no pintó pajaritos en el aire, dibujó chulos con brocha gorda.