El manejo inteligente de las deudas con las que cuente un micronegocio se puede aprovechar de mejor forma y transformarse en capital productivo.
Las microempresas en Colombia desempeñan un papel fundamental en la economía del país, representando una gran parte del empleo y la actividad económica. Sin embargo, enfrentan varios desafíos que limitan su crecimiento. Estos obstáculos se reflejan en una alta tasa de quiebra entre las empresas emergentes, ya que, según datos de Confecámaras, el 60% de ellas quiebran antes de cumplir cinco años, siendo el 98% de estas microempresas.
Los factores por los que un emprendimiento puede fracasar son varios, según Federico Gómez, CEO de Plurall, la app especializada en microcrédito para emprendedores menciona que algunos de los errores más comunes son: ‘’El no diferenciar entre una deuda buena y mala, lo que lleva a tomar créditos sin evaluar si realmente contribuirán al crecimiento del negocio o solo cubrirán gastos sin retorno. Además, recurrir al crédito personal para financiar el negocio afecta la salud financiera del emprendedor y limita el acceso a financiamiento adecuado. Otro error común es no calcular correctamente la capacidad de pago, lo que puede generar problemas financieros a largo plazo’’, puntualizó.
Las pequeñas y medianas empresas desempeñan un papel crucial en la economía de Colombia, representando el 99,5% del total de empresas del país. Según datos de BBVA Research, estas empresas no solo generan aproximadamente el 80% de los empleos, sino que también contribuyen significativamente al PIB nacional anual, con cerca del 40%.
Es por lo anterior, que al ser tan importantes para la economía y empleo del país, éstas deben considerar varias estrategias para manejar de manera inteligente las deudas con las que cuentan, ya que éstas se pueden transformar en capital productivo dejando atrás la idea de que todas las deudas son malas.
Con base en lo anterior, existen 4 claves fundamentales que los emprendedores deben considerar para hacer un uso eficaz de ese financiamiento que solicitan, de manera tal que ese adeudo se convierta en algo positivo para su negocio:
- El crédito debe generar ganancia para cubrir la cuota: Es decir, el microempresario debe tener muy claro cómo va a utilizar el crédito que está solicitando, cómo dicho dinero le va a permitir generar ingresos adicionales, y saber sí estas utilidades extras serán lo suficientemente altos como para cubrir la cuota del crédito y producir más ganancias. Si esto se cumple, el propósito del crédito se cumple haciendo que el negocio crezca y que así la deuda sea positiva y no negativa.
- El crédito debe destinarse al negocio: Comúnmente los créditos se utilizan para tapar deudas, lo cual es una práctica incorrecta porque no permitirá crear esos ingresos adicionales que necesita el negocio para poder cubrir la cuota. Si tapamos un crédito con otro, se convierte en un efecto bola de nieve que no va a terminar.
- El plazo debe ser el correcto: El plazo determina algo muy importante y es el monto de la cuota. El microempresario debe tener muy claro que puede pagar la cuota a la que se está comprometiendo.
- Por último, mantener un buen historial crediticio: Pagar a tiempo abre puertas a mejores oportunidades en el futuro: A veces creemos que el historial crediticio se construye únicamente con créditos o productos financieros, pero también se construye en el pago de servicios públicos, servicios de telefonía e internet, entre otros.